De Juana no se conformará con el tercer grado y seguirá en huelga de hambre hasta ser liberado
- Su abogado se reunió con el etarra que recurrirá la sentencia del Supremo ante el Tribunal Constitucional
BILBAO/MADRID, 13 Feb. (OTR/PRESS) -
La sustancial rebaja de condena, de doce años y siete meses a tres años, que ayer le concedió el Tribunal Supremo no es suficiente para el etarra Iñaki de Juana Chaos. Su abogado, Álvaro Reizabal, anunció hoy que el preso continuará con la huelga de hambre que inició el pasado 7 de noviembre hasta que sea puesto en libertad y que no se conforma con el tercer grado que Instituciones Penitenciarias podría concederle dado su delicado estado de salud. Además, el letrado confirmó que recurrirán la sentencia del Supremo ante el Tribunal Constitucional para defender la inocencia del etarra.
Tras reunirse con De Juana, su abogado confirmó el preso le comunicó que seguirá en huelga de hambre "hasta que no se le ponga en libertad". Además, señaló que el etarra no aceptará la aplicación del artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario que contempla la posibilidad de conceder el tercer grado "por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y a la escasa peligrosidad" del preso.
La Junta de Tratamiento Penitenciario de la prisión de Aranjuez en la que cumple condena el terrorista elaborará una propuesta para clasificar en primero, segundo o tercer grado penitenciario al etarra. Pero ese informe no es vinculante y la última palabra la tendrá la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.
Reizabal señaló, en declaraciones realizadas a Radio Euskadi, que después de la rebaja de la condena por parte del Supremo "se abren "muchas opciones, porque el reglamento da varias posibilidades, una de ellas sería ponerle en libertad por su estado de salud". Además, manifestó que tendrán que "hacer cuentas para saber cuánto tiene cumplido de pena y si se le puede poner en libertad condicional". Desde Prisiones consideran que la condena a De Juana empezó a contar a partir del día 4 de agosto del 2005, con lo que habría cumplido 18 meses de cárcel y no dos años como apuntan algunas fuentes y tendría pendiente todavía la mitad de la condena.
"Se abren distintas posibilidades, pero está claro, porque así me lo ha dicho Iñaki, que no aceptará un tercer grado para ir a dormir a la cárcel porque ese tipo de cosas los miembros de ETA no las aceptan", concluyó el abogado, que antes de viajar hasta Madrid para reunirse con el etarra internado en el módulo penitenciario del Hospital Doce de Octubre confirmó que recurrirán la sentencia del Supremo ante el Tribunal Constitucional, ya que defienden que la inocencia del etarra. Para presentar este recurso cuenta con un plazo de 20 días.
NO FUE UNA DECISIÓN UNÁNIME
Ayer el Supremo decidió tras una maratoniana jornada de deliberaciones rebajar de doce años y siete meses a tres años la pena impuesta al etarra por los dos artículos de opinión publicados en el diario 'Gara' en diciembre de 2004. El Supremo disminuyó la condena al entender que estos artículos constituían un delito genérico de amenazas -en concurso con otro de enaltecimiento del terrorismo-, y no amenazas terroristas, como estableció la Audiencia Nacional en su sentencia del pasado mes de noviembre. Los 13 magistrados del Alto Tribunal adoptaron esta decisión por 11 votos a favor y dos votos en contra, los de los magistrados Andrés Ibáñez y Joaquín Jiménez, que eran partidarios de la absolución del etarra.
La que inició el 7 de noviembre es ya la tercera huelga de hambre que mantiene De Juana -que cumplió 18 años de prisión de los más de 3.000 a los que fue condenado como responsable de al menos 25 asesinatos- para protestar por su situación penitenciara. Esta última la inició tras conocer la condena de la Audiencia Nacional a una pena de doce años y siete meses de prisión por un delito de amenazas a raíz de dos artículos publicados en 'Gara'. De Juana retomaba así la huelga de hambre que por este mismo caso mantuvo entre el 7 de agosto y el 8 de octubre del año pasado. Ya 1990, el 30 de octubre inició su primera huelga de hambre que le causó daños en un riñón.