- Asegura que no es punible jurídicamente, pero matiza que "desde el punto de vista personal, cada uno puede tener una opinión crítica"
MADRID, 23 Ene. (OTR/PRESS) -
El encuentro discreto que ayer mantuvieron el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el dirigente de Batasuna Arnaldo Otegi en el Palacio de Ajuria Enea para evaluar la situación creada tras el atentado de Barajas "no constituye delito alguno". Así lo aseguró hoy el Fiscal General del Estado Cándido Conde-Pumpido que se negó a realizar valoraciones políticas y quiso dejar claro que respalda el criterio seguido por el Ministerio Fiscal respecto a este tipo de reuniones.
"Desde el punto de vista personal, cada uno puede tener una opinión crítica al respecto, pero desde el punto de vista jurídico, el Ministerio Público mantiene un criterio y el fiscal general lo respalda", afirmó Conde-Pumpido en el Forum Europa, para después recordar que la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) "ha estimado reiteradamente que ese tipo de entrevistas no constituyen delito alguno".
Decisiones que, según apuntó, ha venido a reforzar el Tribunal Supremo al no admitir una querella "que pretendía criminalizar este tipo de reuniones". El pasado 7 de diciembre el Supremo rechazó la querella presentada por el sindicato de funcionarios Manos Limpias contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el secretario de Organización del PSOE, José Blanco; el secretario general del PSE, Patxi López, y el coordinador del PSE, Rodolfo Ares, por la reunión que mantuvieron estos dos últimos con representantes de Batasuna el pasado mes de julio.
El Supremo afirmó entonces que este encuentro no era constitutivo de delito, y fue más allá al calificar de "fraude constitucional" que se intente "corregir" la política del Gobierno a través de la Justicia, una labor que, según apuntó el tribunal, corresponde "específicamente" a las Cortes Generales. Tras esta resolución el TSJPV archivó la querella contra los dirigentes del PSE por haberse reunido los miembros de la formación ilegalizada.
EL CRITERIO DEL SUPREMO NO SIRVIÓ AL TSJPV
Pero no hizo lo mismo en relación con la querella presentada contra el lehendakari por haberse reunido con Otegi el pasado 19 de abril. De hecho, el próximo día 31 Ibarretxe tendrá que presentarse a declarar ante el Tribunal. Tan sólo dos días antes el PNV ha convocado una manifestación en Bilbao para protestar por el encausamiento del lehendakari.
Hace un par de semanas, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) rechazó la petición realizada por la defensa del lehendakari solicitando el archivo inmediato del proceso tras el auto del Supremo , pero el magistrado encargado de dilucidar sobre la petición, Roberto Sáiz, consideró que dicha resolución no era aplicable al proceso abierto contra Ibarretxe ya que las partes y los delitos imputados son diferentes al caso de la reunión del PSE con Batasuna.
Por la reunión celebrada el 19 de abril del año pasado a Ibarretxe se le acusa de ser "cooperador necesario" del delito de desobediencia a la autoridad judicial, que habría sido cometido por los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Juan José Petrikorena, "al llevar a cabo una actividad política, consistente en reunirse" con el lehendakari "para tratar de asuntos de naturaleza política".
NUEVO DESAFÍO A LA JUSTICIA
Ayer Ibarretxe volvió a desafiar a la justicia y se volvió a reunir con Batasuna aunque en este caso lo hizo en el más absoluto de los secretos. Un encuentro al que además de Otegi acudió otro miembro de Batasuna Rufi Etxeberría, defensor de los planteamientos más radicales dentro del mundo abertzale, y se enmarca dentro de la ronda de contactos que anunció el lehendakari y que tuvo otro discreto capítulo el pasado jueves cuando Ibarretxe se encontró, también por sorpresa con Zapatero en La Moncloa.
Tras ese encuentro el lehendakari afirmó que estaba dispuesto a reunirse con todas las fuerzas sin ningún tipo de exclusión. "Y cuando digo todos, digo con todos, y no voy a repetirlo", aseguró Ibarretxe.