- Su programa conjunto exige el fin de "toda expresión de violencia" y la "humanización de la política penitenciaria"
SAN SEBASTIÁN, 15 Feb. (OTR/PRESS) -
Ezker Batua y Aralar formalizaron hoy su unión de cara a la próxima cita electoral del 27 de mayo. Una coalición que, según apuntan ambas formaciones, tiene "vocación de permanencia" y fija en el derecho a decidir de la sociedad vasca, la paz y la normalización política, sus principales objetivos. El programa electoral que presentaron públicamente los líderes de ambas formaciones exige el fin de "toda expresión de violencia" y la "humanización de la política penitenciaria".
El acto de puesta de largo de la coalición de izquierdas se celebró en San Sebastián y contó con la presencia de de los dirigentes de EB Javier Madrazo, Kontxi Bilbao y Antton Karrera, y de Patxi Zabaleta, Jon Abril y Aintzane Ezenarro por parte de Aralar. Madrazo afirmó que esta coalición demuestra que "la izquierda vasca puede y debe trabajar unida desde la práctica concreta, en defensa de la paz, de la normalización política y de la justicia social".
El líder de EB destacó que para lograr el acuerdo de coalición ambas formaciones han puesto "en común lo que nos une, que es mucho, por encima de lo que nos separa". Y lo que les une, fundamentalmente, en el ámbito estrictamente político es la defensa del derecho a decidir de la sociedad vasca. "Y en su ejercicio cada cual defenderá sus propuestas, Aralar su propuesta independentista, y EB su propuesta federalista", afirmó Madrazo.
LA PAZ COMO "OBJETIVO PRIORITARIO"
Por su parte Jon Abril, que asumirá la dirección de Aralar en Euskadi para que Patxi Zabaleta asuma la de Nafarroa Bai, señaló que la paz "es el objetivo prioritario que nos lleva a unir fuerzas". Además Abril señaló otros objetivos como "la protección del medio ambiente, la mejora de los servicios públicos y en la firmeza ante la corrupción".
El programa de la coalición EB-Aralar afirma que "un auténtico proceso de paz debe basarse como condición 'sine qua non' en el cese de toda expresión de violencia, incluida la 'kale borroka', la extorsión y las amenazas, y también en una voluntad sincera de avanzar por la vía del diálogo democrático y el respeto y reconocimiento recíprocos como garantía de convivencia plural".
Además, exigen la "humanización de la política penitenciaria" y la "aplicación de medidas de distensión por todas las partes implicadas como condición indispensable para llegar a buen puerto". En todo caso apuestan por el "diálogo democrático entre todas las formaciones políticas en todo momento y sin excepción, al margen de las actuaciones o decisiones que en cada momento adopte ETA".