- El Gobierno, "satisfecho" de que el Foro concluya "con resultados concretos" porque "esto no es una reunión de jefes de Estado"
MADRID, 16 Ene. (OTR/PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aprovechó hoy su discurso de clausura del I Foro de la Alianza de Civilizaciones para lanzar un reproche a los escépticos con esta iniciativa puesta en marcha por el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y que es ya un proyecto de la ONU. Así, lamentó "profundamente" que "haya quienes" intentan "denostar y desprestigiar" el trabajo por la "paz" de los reunidos en el Foro de la Alianza, una reunión de la que el Gobierno está "satisfecho" pues concluye "con resultados concretos", un logro complicado teniendo en cuenta que "esto no es una reunión de jefes de Estado".
Durante su discurso, la vicepresidenta, que consideró que el pluralismo es "el mejor antídoto frente a la tentación uniformadora de quienes se empeñan en construir sociedades monolíticas y cerradas", pidió a los presentes "desechar" el 'choque de civilizaciones' -teoría desarrollada por el politólogo Samuel P.Huntington- porque éstas "no son ni cerradas ni rígidas, sino abiertas y porosas". En este sentido señaló la Alianza de Civilizaciones como "el mayor esfuerzo realizado hasta ahora por la comunidad internacional para materializar el objetivo de aumentar los niveles de seguridad en el mundo".
Un objetivo que calificó de "ambicioso", pero que ve "posible de alcanzar" si entre todos se decide "recorrer el camino del diálogo y la tolerancia, sin prejuicios y con lealtad". Por eso, dijo lamentar "profundamente" que haya quienes, "en lugar de unir su voz al clamor de una ciudadanía que, en todo el mundo, reclama paz y entendimiento, intente denostar y desprestigiar el trabajo de cuantos" se esfuerzan "por hacer posible que esa paz y ese entendimiento se conviertan en una realidad". Aunque no dio nombres, ayer mismo el líder del PP, Mariano Rajoy, cuestionó que algunos de los asistentes al Foro no respetaran del todo los Derechos Humanos.
"Lamento profundamente que siga habiendo quienes entienden que robustecer la razón frente al prejuicio, reforzar el diálogo frente a la ignorancia y fortalecer la paz frente a la confrontación es luchar contra corriente", insistió la vicepresidenta, que señaló que "cada uno ocupa en el mundo el lugar que elige y nosotros sabemos bien dónde está el nuestro, del lado de quienes apuestan por la paz frente a la guerra y del lado de quienes creen que la fuerza del diálogo y la razón está muy por encima de la incomunicación y la sinrazón". En esta misma línea, defendió el papel esencial que juegan los medios de comunicación para "tender puentes entre culturas, religiones y civilizaciones".
A ellos se dirigió para pedir que se evite una presentación "sesgada o fundada en estereotipos de las diferencias culturales" así como impedir que la "reproducción de prejuicios simplificadores alimente la desconfianza y el miedo ante lo diferente". De ahí que calificara de "prometedoras" las medidas aprobadas en este ámbito estos días, a lo que añadió, para la "consolidación y proyección" de esta iniciativa que sus "principios inspiradores" tengan reflejo en las "políticas internas" de cada país a través de planes específicos que desarrollen el proyecto, como el que ha presentado España.
PALABRA-REALIZACIÓN
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, en una rueda de prensa para hacer balance del I Foro de la Alianza de Civilizaciones, aseguró que el Gobierno está "muy satisfecho" de que el encuentro termine "con resultados concretos y específicos", ya que, resaltó "esto no es una reunión de jefes de Estado" para responder a las críticas por la ausencia de más representantes políticos de otros países. En todo caso, el jefe de la diplomacia española dijo que la reunión ha permitido constatar que "había que cubrir un vacío y dotar a la comunidad internacional de un espacio de reflexión" en torno a este asunto.
"La Alianza de Civilizaciones es una realidad que trabaja, que tiene resultados y está comprometida a seguir trabajando y fomentar el diálogo y el entendimiento entre ciudadanos de distintos países, culturas y religiones", aseveró el ministro. Por otra parte, resaltó, tras ser preguntado al respecto, que el presidente del Gobierno ha cumplido con sus promesas realizadas durante su intervención en la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2004, cuando lanzó la propuesta de la Alianza de Civilizaciones y "fijó los grandes ejes y principios de la política exterior española". "Palabra dada, realización alcanzada", proclamó.
Por último, aseguró que el Gobierno español seguirá trabajando en esta cuestión tanto a través del Plan Nacional que anunció ayer el presidente Zapatero, como de las iniciativas que desarrolle la ONU en el marco de la Alianza de Civilizaciones, que a su juicio, debería convertirse en el futuro en el "cuarto pilar" de Naciones Unidas puesto que ya cuenta con pilares de seguridad, Derechos Humanos y lucha contra la pobreza.