- Los progresos permitirán que el próximo junio los niveles de tropas se sitúen en los mismos que 2006, antes de la 'Fuerza de Choque'
WASHINGTON/MADRID, 14 Sep. (OTR/PRESS) -
Tras la desastrosa imagen ofrecida por la Casa Blanca en el debate que se produjo en el Congreso en torno a Irak, en el que quedó demostrado que la guerra en el país mesopotámico no ha servido para mejorar la seguridad nacional como se pretendía y para la que todavía no hay fecha final, el presidente George W.Bush ha intentado dar un golpe de timón a su situación. En un breve discurso a la nación televisado, Bush anunció que "los progresos" que se han dado en Irak permiten el regreso de un número de soldados similar a los de la 'Fuerza de Choque' que envió en enero a Mesopotamia para frenar los escandalosos índices de muertes diarias. Para el próximo junio, unos 22.000 hombres podrían haber regresado a sus casas.
Los asesores del presidente estadounidense esperan que a medida que Washington hace volver a casa a sus soldados el Gobierno de Irak vaya tomando las riendas de la situación, de tal forma que la misión que el Ejército de EE.UU. desarrolla en el país se vaya convirtiendo en una misión de objetivos puntuales, de apoyo a las Fuerzas de Seguridad iraquíes y de caza de las células de Al-Qaeda activas. En la Casa Blanca ya hay quien habla de "un cambio gradual de la misión", mientras desde Irak llegan noticias que no son nada alentadoras para la lucha contra la organización terrorista, como la muerte del sheij Abdul Sattar Abu Risha.
Los asesores de Bush ya tienen preparado un informe en el que remarcan nueve puntos positivos que indican el progreso en Irak de las 18 metas que se había fijado la Casa Blanca. Son precisamente esos progresos los que permitieron al presidente estadounidense justificar el principio de un modesto repliegue, empezando por 5.700 hombres en Navidades. "Ahora, gracias a que vemos que las medidas funcionan en Irak, podemos empezar a ver a las tropas volviendo a casa", aseguró en un discurso televisado desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, en un discurso a la nación en el que acuñó un nuevo eslogan para su última estrategia: 'Regreso con éxito'.
"Cuanto más éxito tengamos, más tropas estadounidenses que podrán volver a casa", señaló, al tiempo que dejó claro que se ocupará de que "nuestros generales tengan las tropas y la flexibilidad suficiente como para derrotar al enemigo". Sin embargo, también destacó que muchos soldados estadounidenses todavía permanecerán en Irak durante años y que los líderes de ese país "entienden que su éxito requerirá la ayuda política, económica y militar de los Estados Unidos durante un periodo de tiempo que se extenderá más allá de mi Presidencia".
DE VUELTA A CASA
Pese a que el embajador estadounidense en Irak, Ryan C.Crocker, y el comandante en jefe de las tropas en el país, David Petraeus, advirtieron ante el Congreso que una retirada precipitada podría derivar en una mayor inestabilidad, de aquí a junio, en una primera oleada, se retirarán del país casi 22.000 hombres. Los primeros que volverán este mes serán los Marines de una unidad expedicionaria destinada en la provincia de Al-Anbar, donde EE.UU. puede presumir de haber conseguido los mayores éxitos gracias al apoyo de los líderes tribales suníes, como el propio Abu Risha.
A mediados de diciembre abandonará Irak una brigada de la Armada, y otras cuatro más, así como dos batallones de Marines regresarán a mediados de julio. Aunque ni Peatreus ni Bush dieron cifras del número concreto de soldados que significarán esa oleada de repliegues, informaciones de 'The Washington Post' recogidas por OTR/Press, estiman que podrían ser casi 22.000 militares, los mismos que se enviaron a Irak a partir de enero de este año dentro de la 'Fuerza de Choque' con la que, aparentemente, se consiguió detener la sangría diaria de Bagdad.