- Japón protesta ante la Junta Militar y demanda una investigación por el asesinato de un fotógrafo
YANGÓN, 27 Sep. (OTR/PRESS) -
Myanmar vive las mayores revueltas contra el Gobierno que se recuerdan en los últimos 20 años; el último levantamiento de estas dimensiones fue la revolución de 1988 contra la dictadura comunista y terminó con más de 3.000 civiles asesinados. La Junta Militar que gobierna la antigua Birmania con mano de hierro cumplió hoy sus amenazas y ordenó al Ejército abrir fuego contra los decenas de miles de marchantes pacíficos que reclaman un proceso democrático. Entre los nueve muertos que se cuentan hasta el momento se halla un fotógrafo japonés, alcanzado por una bala en una de las protestas. El Gobierno japonés ya ha reclamado una investigación de los hechos a la Junta Militar.
La antigua Birmania despertó hoy con decenas de vehículos militares con altavoces recorriendo las calles, advirtiendo a los protestantes de que tenían 10 minutos para abandonar el centro de Yangón y volver a sus casas o los soldados abrirían fuego contra los agitadores. Sin embargo, y pese a las advertencias, decenas de miles de personas continuaron con las protestas en torno a las principales pagodas -templos budistas- de la antigua capital, reagrupándose una y otra vez ante las continuas cargas de la Policía.
Los testigos aseguraron que el Ejército disparó en varias ocasiones contra los manifestantes, además de utilizar gases lacrimógenos, cargas de los antidisturbios y tiros al aire como advertencia. Los enfrentamientos provocaron que 31 miembros de las fuerzas de seguridad resultaran heridos, mientras que, del lado de los manifestantes, se registraron hasta nueve muertos y docenas de heridos. Entre los fallecidos se cuenta el periodista gráfico japonés Kenji Nagai, de 50 años de edad.
Las principales protestas se produjeron en torno a la pagoda de Sule, donde los monjes budistas iniciaron las protestas a las que con el paso de los días se han ido adhiriendo civiles. Según los testigos presenciales, la mayoría de los manifestantes en las revueltas de hoy eran estudiantes y críticos con la dictadura, mientras que sólo se pudo ver a un puñado de hábitos de color azafrán, tan característicos de los monjes budistas. En otros puntos del país se han producido algunos levantamientos, pero las protestas han perdido fuerza en los últimos días.
"ESTRICTAMENTE" RESPONSABLES
Las manifestaciones del jueves se produjeron después de que el Ejército llevara a cabo varias violentas redadas en diversas pagodas de Yangón, donde detuvo al menos a 80 monjes, así como a otros manifestantes. Algunas informaciones de 'Al Jazeera' recogidas por OTR/Press aseguran que un monje fue asesinado durante la noche del miércoles. La Liga Nacional para la Democracia, que encabeza el Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi -detenido por las autoridades birmanas- informó de que muchos de sus miembros han sido arrestados, mientras las protestas de la comunidad internacional se suceden. El nuevo ministro de Exteriores japonés, Masahiko Komura, tras una reunión con la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, advirtió que Japón considera "estrictamente" responsable a la Junta Militar birmana de la muerte del periodista nipón. En este sentido, indicó que su Ministerio ha llamado a la Embajada de Birmania en Tokio para tratar esta cuestión y exigir una investigación de los hechos. Por su parte, el secretario de gabinete nipón, Nobutaka Machimura, indicó en Tokio que Japón presentará una protesta formal ante Birmania por lo sucedido.
Por su parte, Washington anunció la imposición de sanciones económicas contra 14 altos responsables del Gobierno de Birmania en respuesta a la represión, medida que responde a la decisión del presidente George W. Bush de sancionar al régimen militar, tal y como anunció ante la Asamblea General de la ONU. "El presidente ha dejado claro que no permanecerá parado mientras el régimen intenta acallar las voces del pueblo birmano a través de la represión y la intimidación", declaró el director de la Oficina de Control de Recursos Foráneos del Tesoro, Adam Szubin.