- Soldados iraquíes encuentran 22 cuerpos en una fosa común al noroeste de Bagdad.
BAGDAD, 6 Nov. (OTR/PRESS) -
El ejército de los Estados Unidos anunció hoy las muertes de cinco nuevos soldados y de un marinero de su contingente en Irak, lo que ya convierte a 2007 en el año más sangriento para las fuerzas norteamericanas desde que comenzara la guerra hace cuatro años, con un cómputo total de al menos 853 militares norteamericanos fallecidos en territorio iraquí desde el 1 de enro. Este triste balance coincidió con el hallazgo de 22 cadáveres de ciudadanos iraquíes en una fosa común por parte de efectivos del ejército de Irak.
La dura cifra y el título de año más mortal para el ejército estadounidense caen como una pesada losa en EE.UU. por el contraste con una trayectoria descendente en los fallecimientos y coincidiendo con un recientemente del contingente estadounidense con 30.000 nuevos soldados. Se produjeron 39 muertes en octubre, que fue el mes con menos muertos desde hace muchos meses, una cifra muy inferior en comparación con las 65 muertes de septiembre y las 85 de agosto.
Los últimos cinco soldados estadounidenses muertos en Irak perdieron la vida como consecuencia de sendas explosiones de bombas ubicadas junto a carreteras, según informó el director de la división de comunicaciones de la Fuerza Multinacional en Irak, Gregory Smith. "Perdimos a cinco soldados ayer en dos incidentes desafortunados, ambos cometidos con IEDs (Improvised Explosive Devices, explosivos que Estados Unidos denuncia que son introducidos en Irak por Irán)", informó Smith, quien no proporcionó más detalles sobre los soldados fallecidos.
Por otro lado, las fuerzas estadounidenses informaron mediante un comunicado de la muerte de un marinero a consecuencia de las heridas sufridas en una explosión el lunes en la provincia de Salahuddin, al norte de Bagdad.
2007, AÑO NEGRO PARA EL EJÉRCITO DE EE.UU.
Cuando aún quedan casi dos meses para que termine el año, las tropas estadounidenses han superado la cifra de bajas récord en Irak, alcanzada el pasado 2004, cuando 850 soldados murieron, la mayoría en operaciones, batallas y tiroteos convencionales con el objetivo de liberar Fallujah de la milicia Suní en noviembre y en conflictos con la milicia chií en la ciudad de Najaf en agosto. Ha pesar de que fue entonces cuando se produjeron las principales operaciones de ataques sobre el terreno, ha sido en 2007 cuando las tropas estadounidenses han alcanzado su mayor número de efectivos: 165.000, coincidiendo con otras decisiones tácticas que afectaron directamente a las bajas.
En este sentido, la decisión de mandar soldados fuera de las grandes bases hacia comunidades iraquíes ha significado que las tropas han tenido "más contacto con las fuerzas enemigas" que en cualquier otro momento, según anunció el portavoz del ejercito estadounidense en Bagdad, Winfeld Danielson. "Es consecuencia (las bajas) del aumento de las tropas, que nos ha permitido ir a zonas que antes eran paraísos seguros para los insurgentes", dijo Danielson. "Con más soldados, y situándoles en las comunidades, desde luego que ha contribuido a nuestras bajas", reconoció.
22 CUERPOS EN UNA FOSA.
Por otro lado, también hoy el ejército estadounidense anunció el hallazgo de 22 cuerpos en una fosa común el pasado fin de semana cerca del lago de Tharthar, situado al noroeste de Bagdad. Los cadáveres fueron encontrados por un pelotón del ejército de Irak en misión de reconocimiento el pasado sábado. Se trata de la segunda fosa común encontrada en menos de un mes.
Después del descubrimiento, efectivos del ejército estadounidense y del iraquí lanzaron una operación el mismo sábado, incluyendo patrullas a pie y ataques aéreos en busca de restos de Al-Qaeda por la zona, como principal sospechosa de las muertes, según informó el ejército estadounidense. Alrededor de 30 sospechosos fueron detenidos y se confiscaron dos coches-bomba y varios alijos de armas. Las autoridades iraquíes intentan actualmente identificar los cuerpos e informar a las familias de las víctimas.