- Washington seguirá presionando para imponer nuevas sanciones contra Teherán
TEHERÁN, 5 Dic. (OTR/PRESS) -
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, aplaudió hoy el último informe interno de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos, que consideró una "declaración de victoria", así como "la bala que ha rematado todos los anhelos de los enemigos". Sin embargo, Washington no se baja del carro e insiste en el riesgo iraní, pese a que el informe advirtió de la interrupción del programa de armas nucleares en 2003. Por este motivo, seguirá presionando a China, Rusia y sus aliados en la Unión Europea para defender ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas nuevas sanciones contra Irán.
El lunes, la inteligencia estadounidense reveló un informe relativo al desarrollo nuclear de Irán que sitúa en 2003 la conclusión de su plan de armamento. Unos resultados que para Washington no van a variar en absoluto su posición, pero que desde Irán se contemplan ya como una "declaración de victoria", tal y como afirmó hoy Ahmadineyad.
"Ha sido la bala que ha rematado los anhelos de los enemigos", afirmó durante un discurso en la ciudad de Ilam, ya que "los enemigos son los que se oponen al progreso y al honor de las naciones y en cada periodo ponen una excusa", según informaciones de la agencia 'IRNA' recogidas por otr/press. A su juicio, los opositores están también en contra del progreso del pueblo iraní, señalando que los países de Occidente "saben que la energía fósil se está agotando y animan al mundo a consumir gas y petróleo y, en vez de con dinero, les pagan con productos que consumen energía para que de esta manera agoten cuanto antes sus recursos fósiles y puedan gobernar en el mundo gracias a la monopolización de las nuevas energías".
Según Ahmadineyad, el informe confirma su anuncio de hace tres meses, cuando publicó que la "aventura política nuclear" de Irán había concluido. "Algunos se creyeron que yo decía aquello para animar a la nación. Sin embargo, esto es verdad", agregó.
SANCIONES
Ahmadineyad aseguró que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas "ya ha agotado las sanciones y las amenazas y ahora ha decidido postrarse ante el pueblo iraní y devolver el expediente a la Agencia Internacional de la Energía Atómica". Sin embargo, y pese a que, según el dirigente iraní, los servicios secretos norteamericanos han anunciado que se "discurre por el cauce correcto en lo que atañe al tema nuclear", Washington no tiene esto tan claro.
Y es que, tal y como confirmó hoy el subsecretario de Estado, Nicholas Burns, Estados Unidos seguirá insistiendo en el desarrollo de nuevas sanciones. Desde Australia, hizo hincapié en que "existe aún un programa de enriquecimiento", así como un otro de creación de un nuevo misil. Por este motivo, se mantendrán los diálogos con Rusia, China y algunos Estado de la Unión Europea, de cara a reclamar una tercera remesa de sanciones al Consejo de Seguridad de la ONU.
En cambio, el director general de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, dijo que el último informe da "de alguna forma" la razón a Irán. En declaraciones en Brasilia, el director general de la AIEA explicó que aún no ha recibido una copia del informe en su totalidad, que incluye información clasificada, pero que lo hecho público "es coherente con lo que la agencia y yo mismo llevábamos diciendo desde hacía años". Además, "este informe abre una ventana a la oportunidad porque da nuevas posibilidades a la diplomacia", declaró.
La polémica en relación a la aceptación o no de estas últimas informaciones ha entrado incluso en la campaña demócrata a las presidenciales. Los candidatos insistieron en sus críticas al presidente, George W. Bush, por no dar marcha atrás y reconocer los errores. "Este presidente no va a permitir que los hechos se interpongan en el caminó de la ideología, destacó Barack Obama, o Bush "debe aprovechar esta oportunidad", dicho por la senadora Hillary Rodham Clinton, son tan sólo dos ejemplos.
A tenor de lo visto, Estados Unidos se ha quedado prácticamente solo, al lado de Israel, situando a Irán en uno de los centros de sus iras internacionales; un país contra el que Bush aún el martes no descartó una acción militar sobre el terreno. Uno de los defensores de Irán desde el principio, Rusia, volvió a expresar que los datos contemplados por Moscú ni siquiera "prueban con certeza" la existencia "alguna vez" de un programa nuclear, en boca del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov.