Actualizado 16/09/2008 21:45

Crónica Juicio.-Un hombre acusado de matar a su mujer a puñaladas, asegura que lo hizo "impulsado por un espíritu maligno"

- El inculpado declaró que ahora se quitará la vida para reunirse con su esposa "que descansa en el cielo"

SEVILLA, 16 Sep. (OTR/PRESS) -

El funcionario de prisiones de 40 años, Rafael S.N., acusado de matar a su mujer de 40 puñaladas y 14 golpes en la cabeza mientras dormía en su domicilio de San José de la Rinconada en 2006, admitió hoy en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Sevilla que lo hizo "impulsado por un espíritu maligno" que le decía "mátala, mátala". "Estaba ido total. No me explico cómo pude cometer esa indigna acción", sentenció. El acusado señaló que amaba a su mujer y que ahora sus planes pasan por quitarse la vida para reunirse con ella que "descansa en el cielo". En este sentido explicó que cuando se acepten sus bienes en favor de sus dos hijos se va a suicidar.

En la vista oral, el procesado declaró ante el juez que "evidentemente" él mató a su compañera sentimental, si bien dijo no recordar cómo sucedieron los hechos. "Hay un punto blanco en mi mente", apuntó Rafael S.N., quien prosiguió que aquello fue "fortuito" porque "la quería muchísimo". Así, reconoció la autoría del crimen sin embargo, durante su comparecencia, que duró unos 90 minutos, quiso apuntar que sus actos se vieron influenciados "por un espíritu maligno" y negó un posible trastorno mental, alegando que es licenciado en Derecho y graduado social.

El inculpado relató la historia que había vivido junto a la víctima. De este modo indicó que conoció a su mujer unos nueve meses antes de la boda, que se celebró en el año 1997. "Yo no estaba enamorado pero se quedó en estado y Dios, por mandato divino, me dijo que la criatura concebida tenía que nacer y, explicó que ella le dijo que o se casaban o abortaría. Tras el enlace, Rafael S.N. asegura que la relación en el matrimonio era "muy buena" e incluso dijo que le dio su "beneplácito" para que su mujer estudiara, por lo que "se sacó el graduado y, luego, se convirtió en ATS". "Es incierto y calumnioso que yo la controlase", respondió el procesado a preguntas del Ministerio Público.

Sin embargo, posteriormente señaló que su mujer le pediría, casi nueve años y dos hijos en común, la separación, algo que hizo mella en su estado anímico. Por ello decidió ir al médico, al que solía acudir periódicamente porque su madre tiene "psicosis residual" y sus hermanos "esquizofrenia". "Estuve 15 ó 20 días sin dormir. Mi cabeza era una lavadora centrifugando ya que estaba preocupado porque mi mujer me planteó la separación y yo pensé que mis hijos iban a quedar en una situación de desamparo", relató.

Pero el médico no 'encontró' nada y regresó a casa en donde, según señaló Rafael S.N, parecía estar viviendo como en "un sueño" y no era él mismo. "Antes de hacer una cosa no cuento hasta 10, cuento hasta 100, por lo que aquel día el demonio se apoderaría de mi cuerpo", declaró. Así, según continuó, el día de los hechos "no podía dormir" discutió con la víctima "porque ella me decía que estaba haciendo mucho ruido con el microondas". "Formó un cirio y me dijo que me fuera de allí", argumentó el inculpado, que apuntó que él no decidió acabar con su vida, sino que "fue un ataque". "Se me metieron voces en la cabeza del mismísimo Satanás que me decían: Mátala, mátala", apostilló el presunto asesino.

SE QUIERE SUICIDAR

En el juicio, que está previsto concluya el miércoles, el Ministerio Fiscal defiende que el procesado decidió acabar con la vida de M.A.R. de forma "premeditada, fría, cobarde y brutal" cuando supo que ésta pretendía separarse de él, según se desprende de su escrito de acusación. El Ministerio Público considera que los hechos relatados son constitutivos de un delito de asesinato, por el que pide 25 años de prisión; y un delito del artículo 173.2 del Código Penal (De las torturas y otros delitos contra la integridad moral), por el que solicita tres años de prisión. Además, el fiscal entiende que el acusado debe indemnizar a cada uno de sus hijos con 300.000 euros por los perjuicios causados.

Pero al acusado no le importa la condena ya que ha relatado que sus planes pasan por el suicidio. "Ella descansa en el cielo y me está esperando. Me voy a quitar la vida. he hablado varias veces con Dios y me ha perdonado", explicó, puntualizando que provocará su muerte una vez que se acepten sus bienes en favor de sus hijos, que actualmente cuentan con 8 y 4 años.

Contenido patrocinado