- La deuda de las familias superó en 2006 un 25 por ciento la renta disponible aunque se prevé una desaceleración en próximos meses
MADRID, 1 Feb. (OTR/PRESS) -
La economía española creció un 3,8% en 2006, la tasa más alta desde 2001, lo que permitió que el empleo en nuestro país creciera por encima del 3% en un contexto de incrementos de población activa. Durante 2006 se produjo de nuevo una pujanza del gasto tanto en consumo como en inversión lo que provocó que la deuda familiar se situara en niveles históricos, según afirma el Banco de España en su último 'Boletín Económico'.
El crecimiento de la economía española el pasado año se basó en el menor crecimiento de la demanda nacional así como a una corrección "significativa" de la aportación negativa de la demanda exterior neta. El Banco de España asegura que este crecimiento se trasladará a los primeros meses del 2007.
La autoridad monetaria señala que todos los componentes de la demanda interna han contribuido en el cuarto trimestre del año a la pujanza de la economía, a pesar del "suave endurecimiento" de las condiciones de financiación para familias y empresas. Así, la demanda interna creció un 4,6% en 2006, cuatro décimas menos que en 2005, mientras que el sector exterior restó 1,1 puntos al crecimiento del PIB, seis décimas menos que un año antes.
En cuanto al empleo, el Banco de España afirma que en 2006 la generación de puestos de trabajo siguió siendo elevada, con un aumento del empleo por encima del 3%, en un contexto demográfico en el que, un año más, se produjeron incrementos apreciables de la población activa, y la tasa de paro cayó hasta el 8,3% al finalizar el año. La productividad sólo repuntó ligeramente durante el pasado año.
PUJANZA DE CONSUMO E INVERSIÓN.
El consumo de los hogares y la inversión en bienes de equipo registraron el pasado año importantes avances, al igual que la inversión en construcción que habría seguido la trayectoria ascendente que marcó su evolución a lo largo de 2006 apoyada tanto en inversión residencial como civil. Además, la renta disponible de los hogares mantuvo su dinamismo impulsada por la fortaleza del empleo y el descenso de la inflación, así como por un efecto riqueza que continuó siendo de magnitud importante.
La autoridad monetaria asegura que la pujanza del gasto de los hogares, tanto en consumo como en inversión residencial, se financió con el recurso al crédito bancario, que mantuvo tasas por encima del 20% en el último trimestre de 2006, aunque empieza a notarse una "suave inflexión", posiblemente en respuesta al endurecimiento de las condiciones monetarias.
En su conjunto, 2006 se cerró con un nuevo retroceso del ahorro de las familias y un nuevo aumento de su ratio de endeudamiento, que pudo situarse en el 125% de su renta bruta disponible. Por ello, el Banco de España advierte de que será necesario que en los próximos meses se desacelere el crédito que reciben los hogares para impedir que acabe situándose en cotas que puedan suponer un "efecto contractivo" sobre el dinamismo del consumo y la inversión residencial.
En este sentido, subraya que la desaceleración "suave" del precio de la vivienda y la elevación de los tipos de interés están contribuyendo a atenuar el ritmo de aumento del crédito de las familias, pero no el de las empresas, cuyo creciente endeudamiento responde, en algunos casos, a estrategias de diversificación ante la maduración de determinadas actividades productivas, no exentas de "incertidumbres".
El instituto emisor indica que el importante aumento de la inversión empresarial, por segundo año consecutivo, estuvo determinado por la expansión de la demanda y, en particular, por la mayor actividad exportadora, la situación saneada de las empresas y las buenas expectativas de beneficios empresariales. Como en el caso de los hogares, la actividad empresarial se financió con un recurso creciente a la financiación ajena.
Por ramas de actividad, la industria fue la rama que mostró una aceleración más pronunciada, con crecimientos cercanos al 5%, si bien tanto la construcción como los servicios de mercado experimentaron un ritmo de expansión significativo, con aumentos superiores al 5% y al 4%, respectivamente.
CAÍDAS DEL DIFERENCIAL DE PRECIOS.
Sobre la evolución de la inflación, que registró una media del 3,5% en 2006, situándose el diferencial con la UEM en el 0,8% en diciembre, el instituto emisor prevé que en los próximos meses se produzcan reducciones adicionales de este diferencial, dada la previsible repercusión del aumento del IVA en Alemania sobre la inflación de la zona euro.
No obstante, la máxima autoridad monetaria española advierte de que persisten algunos "elementos de incertidumbre" sobre la evolución futura del diferencial, como el comportamiento del precio de los alimentos frescos y de los servicios, que han venido mostrando un diferencial positivo con respecto a la zona euro durante los últimos ejercicios.