- La agrupación ecologista denuncia la postura "ambigua" del Gobierno español sobre estas armas
MADRID, 22 May. (OTR/PRESS) -
Activistas de la organización ecologista Greenpeace tomaron hoy de forma simbólica las instalaciones de la empresa armamentística 'Explosivos alaveses' (Expal) en Madrid, donde desplegaron una pancarta gigante en la pantalla con la imagen de un niño mutilado por las bombas de racimo junto al lema "Expal fabrica bombas de racimo que mutilan", como protesta por la elaboración de este tipo de artefacto. En este sentido, la agrupación criticó la posición "ambigua" del Gobierno español ya que, por un lado, "defiende que las consideraciones humanitarias deben ser lo primero", pero, por otro, "señala que ciertos tipos de bombas con sistema de desactivación", precisamente las que s fabrican en nuestro país, "podrían seguir siendo permitidas".
Con este despliegue los activistas reclaman una reunión con los responsables de la empresa para expresarles su posición sobre la fabricación de bombas de racimo, así como hacerles entrega de un video con un testimonio recogido en Camboya en el que una víctima de este armamento se dirige directamente a ellos. "Gracias por escucharme. Espero que dejéis de usar y fabricar bombas de racimo. Quiero enseñaros personalmente el resultado de vuestros productos. Por ello me gustaría ofreceros ésto como símbolo de vuestras acciones, como símbolo de lo que producís y como símbolo del efecto que tenéis en el mundo. Gracias", dice la víctima, un chico de 18 años que tuvo un accidente con un explosivo sin detonar en 2004.
Tras estas palabras, los miembros de Greenpeace querían hacer entrega a los directivos de la empresa de una prótesis, objeto que también pretenden depositar en el Ministerio de Defensa y en el de Exteriores, con el mismo fin. Además, durante la jornada, seis escaladores desplegaron una pancarta con la imagen de un niño mutilado por las bombas de racimo que simboliza, según un comunicado de la asociación, que "todas las víctimas inocentes que estas bombas causan por todo el mundo". Durante la acción, otros activistas extendieron sobre el vestíbulo de la compañía siluetas en negro a modo de víctimas de estas letales armas, y exhibían pierns ortopédicas para subrayara las terribles mutilaciones que provocan estos artefactos al ser accionados de forma involuntaria.
Greenpeace realizó esta protesta aprovechando que el próximo 30 de mayo tiene lugar en Dublín una Conferencia Diplomática en la que se discute la prohibición de las bombas de racimo. A juicio de la agrupación ecologista, ciertos gobiernos están planteando iniciativas que debilitarían el resultado del Tratado, por ejemplo, proponiendo excepciones para ciertos gobiernos están planteando iniciativas que debilitarían el resultado del Tratado, por ejemplo, proponiendo excepciones para ciertos tipos de bombas de racimo que, supuestamente, no tienen efectos inaceptables sobre las poblaciones civiles.
En este sentido, critica que el Gobierno español mantiene una postura "muy ambigua" ya que, por un lado, "defiende que las consideraciones humanitarias deben ser lo primero", pero, por otro, "señala que ciertos tipos de bombas con sistema de desactivación (que coinciden con las que fabrica España) podrían seguir siendo permitidas", señalan en la nota.
NO HAY "ARMAS SEGURAS"
"La postura del Gobierno español es inaceptable. No hay bombas de racimo buenas. Matan a los civiles durante los bombardeos y después de que las guerras hayan terminado. Nunca se ha demostrado que existan esas armas seguras, sino todo lo contrario. En todos los conflictos donde se han usado han causado tremendos impactos sobre la población civil", denuncia el responsable de la campaña de Desarme de Greenpeace.
Greenpeace ha intentado en diversas ocasiones entrar en contacto con Expal para exponerle su posición con respecto a las bombas de racimo. Esto no ha sido posible ya que esta empresa no ha respondido a ninguna de las cartas o llamadas.