- Se suman a la iniciativa del líder de su partido, Ehud barak, motivada por las acusaciones de corrupción del primer ministro
JERUSALÉN, 23 Jun. (OTR/PRESS) -
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, tiene al enemigo en su propio gobierno de coalición. Después de que el ministro de Defensa y líder del Partido Laborista, Ehud Barak, anunciase en público sus discrepancias e iniciase una medida para disolver la 'Knesset', los parlamentarios de esta formación decidieron hoy respaldar la iniciativa promovida por su 'número uno'. De esta forma, aumentan las presiones sobre Olmert para buscar su retirada, bien sea por su propio pie o empujado en una votación que comenzará el miércoles y que podría discutirse en última instancia a finales de julio.
Barak pidió el mes pasado a Olmert que dimitiese a causa de los escándalos de corrupción que le implicaban. Sin embargo, el primer ministro sigue en su cargo y rechaza tomar una decisión de este calado, aunque sus 'socios' del Partido Laborista le hayan dado hoy un nuevo disgusto. Anunciaron que votarán 'sí' durante la lectura preliminar el miércoles de una propuesta destinada a disolver el Parlamento, un día después de que el jefe del Ejecutivo amenazase con destituir a los funcionarios laboristas si se ponían en su contra.
Barak se mostró "muy satisfecho con la decisión" adoptada. Y es que, de salir adelante la moción, supondría la convocatoria de elecciones anticipadas, aunque en cualquier caso las intenciones manifestadas por gran parte del laborismo, principal aliado del gabinete de coalición, ponen en riesgo la supervivencia tal y como está planteado actualmente el Ejecutivo. El partido de Olmert no cuenta 'a priori' con los apoyos necesarios para frenar el texto, que no obstante deberá pasar por varios trámites antes de que puede discutirse de forma definitiva en sede parlamentaria previsiblemente a finales de julio.
En su contra, el primer ministro discrepa al parecer también con la opinión pública, que según sondeos de los medios locales recogidos por otr/press sitúan en el 67% el porcentaje de población favorable a la disolución del Parlamento. Por contra, sólo el 17% se opondría.
CORRUPCIÓN
Los críticos con Olmert le recriminan no abandonar la Jefatura del Gobierno y el liderazgo del partido Kadima, pese a que se investiga actualmente, entre otros asuntos, si recibió 150.000 dólares de forma fraudulenta durante 15 años para gastos personales, donaciones o préstamos. Las sospechas no sólo perjudican su situación política, ya que los cambios en el Ejecutivo de Tel Aviv podrían repercutir en la tregua iniciada el jueves pasado con Hamas o las negociaciones con la Autoridad Nacional Palestina destinadas a alcanzar una solución al conflicto en Oriente Próximo.
Al menos, Olmert cuenta con el apoyo de cinco miembros de la formación discrepante, que no estuvieron en la votación producida hoy para discutir la posición que mantendrán el miércoles. En este sentido, la ministra de Educación, Yuli Tamir, ya había indicado el domingo que el interés de algunos miembros destacados del partido por dejar el Gobierno debería discutirse en y adoptar una "posición clara".