- La víctima mantuvo durante diez meses que no había envenenado y despedazado a su esposa, sino que ésta se había ido con otro hombre
LONDRES, 19 Oct. (OTR/PRESS) -
Un error procesal terminó con la vida del médico Hawley Crippen, ahorcado en la Inglaterra de 1910 por un parricidio que no existió. Los investigadores de Scotland Yard han demostrado ahora su inocencia al constatar que los restos humanos hallados entonces en el sótano de la casa de la pareja no correspondían a la esposa de Crippen, sino que son de otra persona aún sin identificar. El condenado mantuvo durante los diez meses que estuvo en prisión sabiendo el destino que le esperaba que él no había envenenado y despedazado a su mujer, sino que ésta simplemente había huido con un amante.
Los hechos datan de hace casi 100 años y afectaron a un médico nacido en el estado de Michigan pero residente en Londres. Hawley Crippen fue arrestado entonces después de haber huido del Reino Unido junto a su amante atravesando el Océano Atlántico y con la Policía detrás. Y es que los investigadores de Scotland Yard le acusaron hace casi cien años de haber escondido los restos de su esposa fallecida junto al sótano del domicilio familiar.
La única prueba que encontró la Policía para otorgar el nombre de Cora Crippen al cadáver fue una cicatriz que el cuerpo sin vida tenía en el abdomen, coincidente con la historia médica de la supuesta fallecida. Por esta razón, un juzgado norteamericano le imputó el envenenamiento y posterior asesinato de su esposa, después de que un jurado le tomase declaración durante sólo 27 minutos.
Durante los diez meses que el sospechoso pasó en prisión esperando su muerte en la horca, Crippen mantuvo en todo momento su inocencia alegando que no había matado a su esposa, sino que ésta se había ido con otro hombre. Ahora, los test de ADN realizados por agentes de Scotland Yard le dan la razón al descartar genéticamente la coincidencia de los restos encontrados con los de Cora Crippen. Queda por averiguar a quién pertenecen, pero "eso es otra historia, otra investigación", señaló el forense John Trestrail III. "La base es que Hawley Crippen fue ahorcado por error", indicó.
MÁS DE UN SIGLO DE ERROR
Trestrail llevaba más de 30 años obsesionado con este caso, porque había puntos que no encajaban en la historia. En este sentido, le hacía sospechar el desmembramiento al que supuestamente Crippen había sometido al cadáver, pese a que las personas que utilizan cualquier tipo de veneno como arma para cometer un crimen precisamente intentan que el cuerpo de su víctima simule lo más posible una muerte natural.
De esta forma, inició una investigación conjunta con David Foran, director del laboratorio forense de la Universidad Estatal de Michigan, y Beth Wills, genetista de Ionia. El trío localizó ADN de la víctima de 1910 en los archivos y el museo del Hospistal Royal London y lo contrastó con los parientes vivos de la esposa supuestamente asesinada.
La búsqueda se centró en localizar a descendientes de la madre de Cora Crippen, ya que la pareja no había dejado descendencia. De esta forma, localizaron a tres sobrina nietas cuya sangre terminó otorgando la inocencia a su pariente lejano. "Lo recuerdo, mi bisabuelo me habló sobre un tío que había matado a su esposa en Londres", afirmó Wills que le había dicho una de las sobrinas. Sin embargo, "esos recuerdos personales son más valiosos que cualquier trozo de papel que puedas conseguir", agregó.