- El líder de Batasuna perfecciona su inglés, hace cursos de yoga y estudia para terminar Derecho durante su estancia en prisión
MADRID, 10 Dic. (OTR/PRESS) -
Perfeccionar el inglés, realizar cursos de yoga y terminar la carrera de Derecho. En esto es en lo que emplea su tiempo en prisión el líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, que el pasado fin de semana cumplió medio año entre rejas desde que el 8 de junio fuera encarcelado en la prisión donostiarra de Martutene condenado por un delito de apología del terrorismo. Otegi recuperará la libertad el próximo 30 de agosto, si antes no es condenado en alguna de las otras tres causas que tiene abiertas ante la Audiencia Nacional.
Los días de Otegi en prisión transcurren como los de cualquier otro interno. Tras levantarse, desayunar con el resto y arreglar su habitación, sale al patio con todos sus compañeros hasta la hora de la comida, sobre las dos y media de la tarde. Después dos horas de siesta en la celda y otra vez al patio hasta que llega la cena, sobre las nueve de la noche. Mucho tiempo libre que Otegi aprovecha para pasárselo en una de las salas del centro penitenciario estudiando y leyendo la prensa.
Y es que, pese a ser el preso más mediático de la prisión de San Sebastián, desde Instituciones Penitenciarias lo definen como "un preso modelo", que, según informa en su edición de esta semana la revista 'Tiempo', que no causa ningún tipo de problema y se relaciona de forma totalmente normal con los presos comunes con los que convive, entre los que hay siete jóvenes encarcelados por su vinculación con la kale borroka.
Como ellos y como otras dos etarras que están internas en el centro, Maitane Sagastume y Miren Azkarate, el líder de Batasuna está incluido en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES) como miembros de organizaciones terroristas, lo que en la practica supone que sus comunicaciones y visitas están bajo total supervisión. Entre las más destacadas durante este tiempo han estado las de varios parlamentarios del Sinn Fein, dirigentes de sindicatos abertzales como ELA y LAB o la del europarlamentario italiano Mauro Bulgarelli.
Y otras muchas que vendrán hasta que Otegi cumpla los 15 meses de prisión a los que fue condenado por la Audiencia Nacional, pena ratificada posteriormente por el Supremo, por un delito de enaltecimiento por su participación en el homenaje al etarra José Miguel Beñaran, 'Argala'. Además, la Audiencia tiene abiertas otras tres causas contra el portavoz de Batasuna después de que la semana pasada se ordenara el archivo del procedimiento, reabierto de oficio por el juez Fernando Grande-Marlaska, por otro delito de enaltecimiento del terrorismo durante su participación en un homenaje dispensado en 2003 en Bilbao al etarra Arkaiz Otazua, fallecido en un tiroteo con la Ertzaintza.
OTRAS TRES CAUSAS
De estas tres causas, que llevan aparejadas penas que oscilan entre los 2 y los 15 años de prisión, la más grave de todas es la que instruye el juez Baltasar Garzón contra los componentes de las sucesivas mesas nacionales de Batasuna, a los que considera la dirección del "frente político-institucional" de ETA. En esta causa Otegi está acusado de integración en organización terrorista en grado de dirigente, lo que podría suponerle una pena de hasta 15 años de cárcel.
Además, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, tiene abierto otro procedimiento por la comisión por parte de Otegi de otro delito de enaltecimiento del terrorismo, en este caso por su participación en el homenaje al preso de ETA José María Sagarduy, el recluso de la organización que más tiempo lleva encarcelado. Y por último, el juez Juan del Olmo instruye una causa en la que se imputa a Otegi y otros miembros de Batasuna delitos de enaltecimiento, reunión ilegal y desobediencia grave por su presencia en un mitin celebrado en Anoeta en noviembre de 2004, el primer acto multitudinario tras la ilegalización de la formación abertzale.