Actualizado 10/09/2008 21:29

Crónica Salud.- Comer pescado en el embarazo y prolongar la lactancia mejoran sensiblemente el desarrollo infantil

- Ambos hábitos mejoran las habilidades cognitivas en los niños a partir de los 18 meses

BOSTON, 10 Sep. (OTR/PRESS) -

Los hábitos alimenticios de la mujer cuando está embarazada son de suma importancia para el desarrollo del bebé. Así lo ha demostrado un estudio de científicos daneses en el que demuestran que los niños cuya madre ha ingerido cantidades elevadas de pescado durante su gestación y que, además, prolongan la lactancia del niño, presentan mejores habilidades cognitivas a partir de los 18 meses, como subir escalones, dibujar, hablar o caminar sin ayuda.

El análisis de 25.446 niños de madres danesas, norteamericanas y británicas entre los años 1997 y 2002 ha permitido revelar la importancia de dos actos relativos a la alimentación de madre e hijo durante embarazo y lactancia. Los científicos encargados del estudio, publicado en el número de septiembre de la American Journal of Clinical Nutrition, consideran demostrado que cuando las madres comen abundantes cantidades de pescado durante su embarazo y, una vez, paren, prolongan la lactancia del bebé hasta los seis meses mejoran sensiblemente el desarrollo de su hijo.

Para llegar a esta conclusión, los científicos, del Department of Ambulatory Care and Prevention of Harvard Medical School y del Department of Epidemiology at Statens Serum Institut de Copenague, Dinamarca, hicieron un seguimiento en la alimentación de las embarazadas de más de seis meses que se ofrecieron para el estudio y en sus bebés entre los seis y los 18 meses. Así, durante este tiempo, prestaban atención a la dieta de la madre, incluyendo las cantidades y los tipos de pescado que consumían a la semana.

Dicho seguimiento incluía analizar las habilidades cognitivas del bebé según iba creciendo. Por ejemplo, a los seis meses se comprobaba si el bebé podía sentarse con la espalda recta sin ser sujetado, responder al sonido de las voces o imitar sonidos. Posteriormente, ya con 18 meses, se analizaba si los bebés eran capaces de subir escalones, quitarse los calcetines, beber de una taza, dibujar o caminar sin ayuda.

Con ello, descubrieron que los niños cuyas madres habían comido mucho pescado durante el embarazo y cuya lactancia fue prolongada hasta los seis meses, presentaban mejores habilidades motoras y cognitivas. Así, según una información del Harvard Medical School recogida por otr/press, los niños alimentados con leche materna durante más tiempo y cuyas madres ingirieron pescado durante la gestación presentaban con respecto a los niños cuyas madres no habían cumplido estos dos hábitos alimenticios, porcentajes de desarrollar mejores habilidades del 25 por ciento en los seis meses, y del 30 por ciento en los 18 meses.

ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3

La explicación al descubrimiento está en que tanto el pescado como la leche materna son ricos en ácidos grasos omega-3. Por ello, el profesor Emily Oken, responsable del estudio, aconsejó a las madres "comer pescado continuadamente, especialmente durante el embarazo, pero aquellos tipos en los que los porcentajes de mercurio sean menores".

De esta forma, incidió en que durante el estudio, las madres fueron advertidas de que algunos tipos de pescado contienen mercurio, algo que ha demostrado tener efectos tóxicos, por lo que la mayoría comía pescado con bajas tasas de esta sustancia, como el bacalao, el salmón, el arenque o la caballa. Además de estos tipos de pescado, los científicos aseguraron que la frecuencia recomendada es de tres o más veces por semana para que el bebé disfrute de los beneficios nutritivos sin riesgos de toxicidad por el mercurio.

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