-El 30% de los casos de fracaso escolar ocultan una alteración visual
MADRID, 26 Feb. (OTR/PRESS) -
Los expertos recomiendan prestar especial vigilancia a los niños en edad escolar y realizar revisiones para detectar si sufren problemas de visión. Y es que, según los datos aportados hoy por la profesora Alicia Ruiz, docente de Optometría Clínica de la Universidad Europea de Madrid, uno de cada cuatro niños tiene algún tipo de alteración visual. Más allá del trastorno físico, la ausencia de diagnosis y tratamiento puede derivar en fracaso escolar. Se estima que el 30% de los casos de los malogros educativos esconden tras de sí un defecto en la visión.
La especialista Alicia Ruiz alerta que el fracaso escolar puede ser la consecuencia de un alteración en la vista. Para ello, recomiendo realizar a los niños controles periódicos, que comenzarían a los 6-9 meses, y proseguirían a los dos y cuatro años para más tarde realizarse anualmente. La profesora realizó estas declaraciones en el 'Foro de formación sobre el abordaje multidisciplinar de las alteraciones visuales en la población pediátrica', organizado por la Universidad Europea de Madrid.
Alicia Ruiz realiza un llamamiento tanto a profesionales como a padres. A los sanitarios les recomienda "realizar un trabajo conjunto por parte de todos los profesionales del área de la salud para conseguir un buen diagnóstico y control de los trastornos visuales de los niños". A los padres les comenta síntomas que pueden reflejar un problema en la visión de sus hijos. Guiños, demasiada cercanía al texto, frotarse los ojos o tenerlos enrojecidos, mala comprensión lectora, saltarse un renglón, escritura torcida, dificultad para colorear sin salirse de las líneas o facilidad para distraerse son algunos de las muestras de que algo podría estar yendo mal.
EL BEBÉ NACE CON MALA VISIÓN
Un 75% de los recién nacidos vienen al mundo hipermétropes, y un 25% miopes. La hipermetropía es curable, pero la miopía no. De hecho, este problema irá en aumento paralelo al desarrollo visual y originando una visión cada vez más borrosa que se puede compensar con el uso de gafas. En el caso de la hipermetropía, la alteración se asocia a que el ojo es "corto", algo que se modifica con el crecimiento. De ahí que, pese a que de recien nacido una persona pueda tener hasta tres dioptrías, con el crecimiento se llegan a reducir hasta desparecer en algunos casos.
En el examen visual, se deben prestar especial atención en descartar patologías que puedan provocar ambliopía, conocida habitualmente como 'ojo vago'. Entre las causas que pueden derivar en este mal están "los defectos de graduación muy altos no corregidos o una diferencia importante de graduación entre un ojo y otro y un estrabismo", según comentó Alicia Ruiz.