- Doce personas de cada 100.000 sufren este tumor, casi el doble que hace 30 años.
MADRID, 3 Ene. (OTR/PRESS) -
"El tabaco puede incrementar hasta en un 35% el riesgo de desarrollar cáncer de riñón respecto a los que no fuman", según el doctor José Manuel Cózar, del Grupo de Urología Oncológica de la Asociación Española de Urología (AEU). Fumar, para este especialista, sería uno de los factores determinantes para que desde 1975 se haya duplicado la prevalencia de esta patología. De 7 casos detectados entonces entre cada 100.000 personas se ha pasado a 12.
El cáncer de riñón tiene más incidencia en las personas de entre 50 y 75 años, y entre los hombres (los casos detectados duplican a los de las mujeres). El diagnóstico, en la mayoría de las ocasiones, suele ser casual y deriva de una revisión rutinaria o por otra dolencia, ya que no es hasta que el tumor se encuentra en fase avanzada cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas. Entre las muestras que permiten detectar el mal se encuentra orinar sangre, perder peso o tener la sensación de haber desarrollado una masa. No obstante, el 70% de los casos detectados se diagnóstica en fases curables.
PERSONAS PROPENSAS
El riesgo de sufrir cáncer de riñón, según el doctor Cózar, es mayor en determinadas circunstancias. A la afección entre personas fumadoras, se añade el hecho de que "estudios epidemiológicos han demostrado que la incidencia puede aumentar de dos a tres veces en adultos con historia familiar de esta enfermedad". Por si era poco el tabaco y la genética, también aumenta el riesgo entre personas obesas, con alto consumo de dietas saturadas o expuestas a determinadas condiciones ambientales, como trabajar con pinturas, disolventes o sustancias como el cadmio o el asbesto, localizadas en industrias. Todos estos riesgos han convertido a este cáncer en el tercer tumor urológico más frecuente, por detrás del de próstata y el de vejiga.
Las posibilidades de supervivencia de los enfermos se reducen si se produce metástasis, algo que puede ocurrir independientemente del tamaño del tumor. El porcentaje de superación baja, en este caso, hasta situarse entre el 10 y el 20%, tal y como informa la Asociación Española de Urología.
Cuando la cirugía es insuficiente en los casos de metástasis, se utiliza un tratamiento farmacológico. De esta forma, el propio paciente se puede inyectar en su domicilio los medicamentos por vía subcutánea o inhalarlos. El doctor Cózar, sin embargo, asegura que incluso en estos tratamientos "la respuesta no va más allá de un 15 o un 25%". Para tratar de aumentar estos números, actualmente se intenta actuar contra la formación de nuevos vasos sanguíneos que desarrollen el tumor para evitar que la metástasis crezca.