- El tribunal destaca la inmadurez del acusado y la indefensión del bebe pero ignora el agravante de ensañamiento
TARRAGONA, 16 Jul. (OTR/PRESS) -
La Audiencia de Tarragona condenó a 18 años de prisión a Luigi D.G., el joven que mató al hijo de su pareja, de sólo 11 meses, porque al apretar un botón le hizo perder una partida al sangriento videojuego 'Mortal Kombat'. El viernes el jurado le declaró culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento y hoy el tribunal le impuso, además de los 18 años de cárcel una indemnización a la madre de la víctima de 95.000 euros.
En su sentencia, el tribunal destacó la inmadurez del acusado que hizo que rebajaran la pena solicitada, ya que tras la lectura del veredicto el pasado viernes, la Fiscalía elevó de 20 a 24 años la pena de prisión solicitada por delito de asesinato con las agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco, así como una indemnización de 95.000 euros para la madre del bebé. La misma solicitada por acusación particular y popular.
Sin embargo, la magistrada presidenta no consideró que el acusado cometiera el crimen con ensañamiento porque, pese "a la brutalidad de la agresión", pudo no saber que con el primer puñetazo "ya se inició el proceso de muerte", por lo que pudo no ser consciente de que con el resto de golpes aumentaba de forma inhumana el sufrimiento del bebé. Si mantuvo la magistrada los 95.000 euros de indemnización, al considerar que es proporcional al "indudable dolor moral que necesariamente se deriva de la pérdida de un bebé de tan sólo 11 meses".
También se tuvo en cuenta la atenuante de confesión, así como la edad del acusado y "la inmadurez propia de su edad", que quedó plasmada en el informe psiquiátrico. La sentencia también señala que el Luigi "podría haber evitado el resultado de muerte" si hubiera auxiliado al niño en vez de seguir jugando a la videoconsola.
Todo ocurrió el uno de septiembre de 2007, en el domicilio que el procesado compartía con su pareja en Reus. La joven salió a hacer unos recados y dejó a su hijo, fruto de una relación anterior, con Luigi, que estaba jugando a la videoconsola. El bebé apretó un botón del mando y provocó que el acusado perdiera la partida.
TREMENDA PALIZA
El joven reaccionó dándole un puñetazo en el vientre al niño, que cayó de la cama, y se puso a llorar. Después lo cogió por la cintura y lo puso de nuevo sobre el colchón, le golpeó fuertemente con la palma de la mano, en la que llevaba un gran anillo, y le asestó otro puñetazo en la espalda.
Posteriormente, baño al menor para que espabilara y volvió a dejarlo en la cama, donde siguió gimiendo. Él continuó jugando a la videoconsola hasta que llego su pareja, que pidió a Luigi que despertara al bebé, pero este nunca pudo reaccionar, pues ya estaba muerto.
Durante las cuatro jornadas que duró el juicio, la defensa del acusado alegó el joven tenía las facultades mentales "alteradas" en el momento de los hechos por su adicción a la videoconsola. Una teoría que defendió el propio acusado e incluso su madre, que durante el juicio afirmó que el joven estaba horas jugando, hasta las seis de la madrugada, y que se ponía muy nervioso. "Dormía poco y jugaba mucho", afirmó la mujer, que también negó que su hijo fuera violento. Durante su turno de última palabra, el acusado volvió a reiterar el arrepentimiento ya declarado en las sesiones anteriores y aseguró que "quería mucho" al bebé y que estaba "muy arrepentido".
"Nadie mata a un ser amado así como así", agregó, aprovechando su derecho también para pedir perdón a los familiares de la víctima, que hoy no acudieron al juicio pero que en otras jornadas protagonizaron altercados. "Ustedes sólo ven al asesino, pero nadie sabe cómo sufro yo. Casi me es imposible vivir con esto y cada vez va quedando menos de mí. Siempre llevaré esta pena dentro", lamentó.