- Gracias a la alerta dada por el colegio se pudo localizar a las menores, de 10 y 13 años, que vivían en condiciones deplorables
BARCELONA, 8 Mar. (OTR/PRESS) -
La Guardia Civil rescató el pasado martes a dos niñas de 10 y 13 años que vivían en condiciones insalubres, sin agua y sin luz a causa del encierro al que les tenía sometidas presuntamente su propia madre, en el municipio barcelonés de Esparraguera. La progenitora habría mantenido a las pequeñas al menos dos meses en una vivienda de apenas 40 metros cuadrados. La situación no finalizó hasta que el colegio no se percató de la excesiva ausencia de las niñas y avisó a los Servicios Sociales del Ayuntamiento, organismo que terminó por denunciar los hechos ante la imposibilidad de localizar a la madre.
A.C.A., de 34 años, de nacionalidad española y origen dominicano, habría mantenido a sus hijas al menos dos meses encerradas en una vivienda que no contaba con agua ni luz. A ello se le añadía las condiciones insalubres en las que se encontraba la casa. La intervención de la Guardia Civil permitió localizar a las menores escondidas debajo de la cama con síntomas de desnutrición. Fuentes de este Cuerpo aseguran que la pequeña de las hermanas apenas podía mantenerse en pie.
La detenida ha pasado a disposición judicial, mientras que la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat se ha hecho cargo de las menores. El padre no ha sido localizado, puesto que la pareja se había divorciado. Los vecinos aseguran que este hecho se produjo meses atras, y que era habitual ver a las niñas "solas y dejadas por la calle".
GRACIAS AL COLEGIO
Las sospechas partieron en primer lugar del colegio de las pequeñas, a donde no acudían desde hacia un tiempo. Los responsables del centro alertaron a los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Este organismo trató de localizar a la madre para conocer la causa del absentismo, tarea que no lograron.
Por ello, Servicios Sociales decidió denunciar directamente los hechos ante la Guardia Civil. En el domicilio familiar se presentaron, en varias ocasiones, efectivos de la Benemérita. Allí hablaron con la madre, que no les dejó acceder al piso y se limitó a decir que sus hijas se habían ido a la República Dominicana y que no pensaba traerlas de vuelta.
Ante la negativa de la madre, el Juzgado de instrucción número 1 de Martorell emitió una orden de entrada y registro a la vivienda, que se hizo efectiva el martes pasado con la entrada de los efectivos a las 18.30 horas. Horas después, la Guardia Civil detuvo a la madre, momento en que la mujer reaccionó violentamente agrediendo a un agente de la Policía Local.