- Somchai niega que haya cesado al jefe del ejército y pide a los militares que se mantengan en sus cuarteles
BANGKOK, 27 Nov. (OTR/PRESS) -
Aumenta la tensión en Tailandia. El primer ministro, Somchai Wongsawat, declaró hoy el estado de emergencia en los dos aeropuertos de Bangkok, después de que ambos fueran tomados por manifestantes opositores al Gobierno. Por otra parte, ante los crecientes rumores que indican que podría producirse un golpe de Estado, Somchai negó que vaya a cesar al jefe del ejército, Anupong Paochina, que el día antes había solicitado su dimisión, y recomendó a los militares que se mantengan en sus cuarteles, para no dar pábulo a los rumores de golpe de Estado. Además, el primer ministro anunció, en un mensaje televisado, que la policía y algunas unidades militares tratan de poner fin a los bloqueos de los aeropuertos, que están causando enormes daños en la economía tailandesa.
Desde el pasado martes, los partidarios de la Alianza Popular para la Democracia (PAD por sus siglas en inglés) tienen tomados los dos aeropuertos de la ciudad de Bangkok, bloqueando así las dos principales vías de acceso al país, lo que supone un enorme daño a la economía del país, que vive principalmente del turismo. Por este motivo, el primer ministro Somchai declaró el estado de emergencia en ambos aeropuertos, el de Suvarnabhumi, que es el más importante, y el de Don Muang, el más grande del país hasta hace unos años, según informó el ministro de Sanidad, Chalerm Yoobamrung.
Tras una reunión de emergencia del consejo de ministros, el Gobierno tailandés decidió que será la policía la que se encargará de recuperar el control de los dos aeropuertos, con la colaboración de algunas unidades del ejército, según informó el periódico local 'The Nation'. En este sentido, el grupo progubernamental Frente Unido para la Democracia contra la Dictadura (UDD) amenazó con enviar a sus partidarios a los aeropuertos para dispersar a los manifestantes si el Ejecutivo no hacía nada contra ellos. El líder de UDD, Veera Musikhapong, opinó que la solución es que el Gobierno emprenda acciones legales contra la PAD a través de la Policía y permita que el Ejército imponga el estado de emergencia.
Sin embargo, el presidente del operador de aeropuertos de Tailandia, Serirat Prasutanond, anunció que el aeropuerto de Suvarnabhumi seguirá cerrado al menos hasta el sábado, mientras que el de Don Muang, para el que solicitó protección excepcional, podría ser abierto el viernes por la tarde. Por este motivo, la aerolínea Thai Airways, que ya ha cancelado 176 vuelos, está preparando un plan de contingencia por el cual utilizará el aeropuerto de U-Tapao en la provincia de Chin Buri, a una hora de Bangkok, como base temporal de sus vuelos.
RUMORES DE GOLPE DE ESTADO
Por otro lado, el portavoz del Gobierno, Natthawut Saikua, anunció que Somchai no tiene ninguna intención de destituir al jefe del ejército, Anupong Paochinda, y recomendó a los militares que permanezcan en sus cuarteles, intentado acallar así los crecientes rumores de un posible golpe de Estado. A lo largo del jueves, se extendieron los rumores de que Anupong habría dado de límite hasta la medianoche para disolver el Gobierno, antes de llevar a cabo un levantamiento, una postura negada tajantemente por un portavoz militar citado por la prensa local.
El general Anupong reclamó el miércoles la dimisión del Gobierno, la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas para poner fin a la crisis política que arrastra el país desde hace seis meses, una postura apoyada después por el El presidente del Parlamento, Chai Chidchob. Asimismo, Chai sugirió al general Anupong que pida consejo a los parlamentarios y no a personas que se beneficiarían de que el ejército diese un golpe de Estado, según informaciones del diario 'Bangkok Post' recogidas por otr/press. Además, anunció que tiene en mente una persona, sin precisar quien, que podría mediar entre el Gobierno y la PAD.
En Tailandia, el riesgo de golpe de Estado está presente, después de que en los 76 años de inestable democracia haya habido 18 levantamientos militares. Esta inestabilidad, que se ha visto incrementada los últimos tres años, ha paralizado las decisiones gubernamentales, agitando a la población, que se ve además aplastada por la creciente crisis financiera mundial.
Por su parte, los responsables del PAD se negaron a poner fin a las protestas, y amenazaban con utilizar escudos humanos si la policía les intentaba disolver, según declaró el líder de la formación, Suriyasai Katasila. Los manifestantes desconocen las medidas que podrían tomar las fuerzas de seguridad, pero de momento han trasladado a la zona 30 equipos médicos, por si se produjese una represión sangrienta.