- Moraleda: "Esta es la primera vez en la Historia que Aznar tiene un comportamiento a la altura de su responsabilidad"
MADRID, 12 Nov. (OTR/PRESS) -
Después de las últimas declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en las que acusó al Rey de conocer el golpe de Estado de 2002, el Gobierno volvió a reclamar hoy al jefe de Estado venezolano que ceje en sus críticas al monarca español. Fue la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, la que, muy diplomáticamente, se encargó de trasladar el mensaje, deseando que "todo quede aquí" y que "no continúe esa escalada verbal que no conduce a nada y que no beneficia a nadie". Por su parte, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, se congratuló por la llamada de José María Aznar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: "Esta es la primera vez en la Historia que Aznar tiene un comportamiento a la altura de su responsabilidad".
La secretaria de Estado para Iberoamérica explicó, durante una entrevista en Onda cero recogida por Otr/Press, que el incidente entre el Rey y Chávez durante el transcurso de la XVII Cumbre Iberoamericana "ha quedado en eso, en un incidente, en un encontronazo" que "no es la primera vez que ocurre en el seno de las cumbres entre dos mandatarios". Ahora, añadió, "lo que tiene que hacer un Gobierno responsables es, por supuesto, defender el honor y la dignidad de su país y tratar de minimizar los riesgos teniendo en cuenta que tenemos unas relaciones muy intensas con esos países".
En este sentido, Trinidad Jiménez explicó que el Gobierno está "haciendo todas las gestiones posibles para que, manteniendo siempre esa posición de dignidad y de respeto, esta escalada verbal que se ha producido, este incidente, pueda quedar finalmente resuelto". "Espero que todo quede aquí, para que no continúe esa escalada verbal que no conduce a nada y que no beneficia a nadie", señaló, en referencia al presidente venezolano, insistiendo en que "lo razonable y lo deseable es que esto haya quedado en un incidente". Además, reconoció que "las relaciones con Venezuela eran correctas y no era previsible que ocurriera lo que ocurrió".
Jiménez recordó que "el presidente venezolano no es la primera vez que hace declaraciones sobre el ex presidente Aznar, las ha hecho en otras ocasiones". "¿Cuál es el problema? Que este tipo de expresiones y descalificaciones no se pueden utilizar en el marco de una cumbre y mucho menos en presencia de Su Majestad el Rey y del presidente del Gobierno", consideró, al tiempo que recordó que "todos los presidentes, desde el primero hasta el último, fueron a despedirse del Rey y del presidente del Gobierno y les manifestaron su cariño, su apoyo y su solidaridad" y que "también se produjo un incidente entre Aznar y Fidel Castro en la Cumbre de Bariloche".
LA RESPONSABILIDAD DE AZNAR
Por su parte, en declaraciones con ocasión de la firma de un código de conducta del sector publiciatriao, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, ensalzó la "responsabilidad" del ex presidente del Gobierno José María Aznar al agradecerle, a través de una llamada telefónica, a Zapatero la defensa que hizo de él en la Cumbre celebrada en Chile, donde el presidente venezolano, Hugo Chávez, le llamó "fascista". Frente a esta actitud, criticó las "irracionales" las críticas del líder del PP, Mariano Rajoy, contra la actuación de Zapatero, y se preguntó si se deben a "su incapacidad para mostrar una actitud positiva" hacia el Gobierno o bien a la imposibilidad "para coincidir" con el presidente de honor del PP, José María Aznar.
En cualquier caso, Moraleda cargó contra la crítica del líder popular, que consideró "irracional" y contraria a "la opinión mayoritaria de los votantes del PP y de la ciudadanía española". "Esta es la primera vez en la Historia que Aznar tiene un comportamiento a la altura de su responsabilidad", dijo Moraleda, que destacó que la opinión de Rajoy "va en dirección contraria" al sentido de Estado. Para Moraleda el "incidente" con el presidente venezolano "no afectará a las relaciones bilaterales" con España, que se sustentan en "el respeto entre personas, pero aún más cuando se habla de un ex presidente o de representantes de millones de ciudadanos", concluyó.