MADRID 19 May. (OTR/PRESS) -
Miguel Sebastian se ha hecho famoso. Ahora ya le conocen más allá de los muros de La Moncloa. El candidato a la Alcaldía de Madrid ha saltado a la fama en toda España. Sí, se habla de Sebastián, pero seguramente a éste que tiene fama de estar muy seguro de su valía, no le gustaría saber lo que se dice de él.
Y es que en nuestro país hasta ahora nadie en política ha utilizado los asuntos personales del adversario para intentar descalificarle. Pero Sebastián es de los que creen que de perdidos al río y como sus posibilidades como candidato son escasas, pues más vale hacer daño al adversario. Y así en pleno debate televisivo con el alcalde Gallardón, decidió dar un golpe bajo a éste exhibiendo la fotografía de una señora relacionada con la operación Malaya a la que, al parecer, conoce Gallardón.
Lo peor es que el PSOE ha salido a avalar este estilo, no sé si se me permite decirlo pero lo diré, rastrero. Incluso parece que el propio presidente, a pesar de su cacareado talante, estaba al tanto de lo que iba a hacer su protegido Miguel Sebastián.
Verán, en la política española sus protagonistas siempre han mantenido un escrupuloso respeto por la vida privada de sus adversarios. Afortunadamente en esto no nos parecemos a los norteamericanos, cuyos políticos son capaces de mandar bombardear un país sin que les tiemble la mano y además volver a ganar las elecciones, y sin embargo no les perdonan que se puedan tomar una copa de más o mantener un affaire sentimental.
Y de repente va Miguel Sebastián y se lanza contra Alberto Ruíz-Gallardón y para preguntarle por los líos de las tramas urbanisiticas de Marbella le enseña una foto de una señora. Eso sí, el señor Sebastian obvió hablar del hermano de un ministro que también ha salido en algunas conversaciones de esa trama marbellí, sin que eso signifique que tenga nada que ver ni el ministro ni el hermano con las mismas.
Pero es que además, si el señor Sebatsian tiene información veraz de que el alcalde de Madrid tiene algo que ver con la corrupción de Marbella lo que debería de haber hecho es denunciarlo ante la Justicia.
De todo este incidente yo creo que los ciudadanos nos hemos quedado con la imagen de que Miguel Sebastián es un tipo de cuidado, y que el famoso talante de Zapatero hace aguas por todas partes. El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid se ha hecho famoso de la peor manera posible, y yo me pregunto ¿aguantaría él un embite personal?. Me temo que el asunto Sebastián no ha hecho más que empezar.
Julia Navarro