Actualizado 22/02/2007 15:46

Crónica Delincuencia.- Desmantelada la mafia de prostitución china en Madrid, que explotaba mujeres aniñadas a domicilio

- En la operación han sido detenidos catorce cabecillas de las seis redes que controlaban este negocio ilegal en la capital

MADRID, 22 Feb. (OTR/PRESS) -

La Policía ha dado por desmanteladas las mafias chinas de prostitución que operaban en Madrid tras un golpe en el que han sido detenidas 34 personas, entre ellos los catorce cabecillas de las seis organizaciones de esta procedencia dedicadas a este negocio ilícito. La Policía había descubierto una trama de prostitución con el reclamo de que las mujeres tenían un aspecto aniñado, si bien se comprobó que eran mayores de edad que ejercían esta actividad a domicilio de forma voluntaria.

"Con esta operación prácticamente han desaparecido las mafias que controlaban el ilegal negocio en Madrid", proclamó la Policía Nacional en un comunicado, tras comprobar que la publicidad de prostitutas chinas prácticamente ha desaparecido en los últimos días. El golpe a estas mafias ha sido realizado por agentes del Grupo V de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación y de la UCRIF Central. Además, veinte mujeres que ejercían la prostitución han sido detenidas en aplicación de la Ley de Extranjería.

Los investigadores tuvieron conocimiento de que mujeres de origen oriental, posiblemente menores de edad, podrían estar ejerciendo la prostitución en domicilios de la capital. Las gestiones realizadas en uno de los inmuebles permitieron verificar a los agentes que no había menores, aunque el reclamo utilizado para llamar la atención era el aspecto aniñado de las mujeres, que acentuaban con la decoración infantil de las habitaciones, con muñecos y peluches.

Este grupo captaba sus clientes mediante anuncios publicados en periódicos de tirada nacional, y a las mujeres a través de anuncios en periódicos editados en idioma chino comercializados en la Comunidad de Madrid. Las investigaciones realizadas confirmaron que las mujeres ejercían la prostitución de forma voluntaria, pero alrededor de ellas y con su explotación se había montado una empresa que generaba un importante beneficio económico para otras personas. El trabajo policial se centró en destapar las organizaciones que actuaban en la Comunidad de Madrid y se anunciaban en la prensa escrita de mayor tirada y en revistas y folletos de ocio. LA MITAD PARA LA ORGANIZACION Y LA MITAD PARA ELLAS

En la selección de las mujeres se valoraba la edad y aspecto físico y se acordaban las condiciones de trabajo: disponibilidad, aceptación de las reglas de la organización y reparto de beneficios, que era del cincuenta por ciento para la organización y el otro cincuenta para ellas. Se estima que alrededor de cien mujeres trabajaban para las seis organizaciones ahora desarticuladas. Los agentes calculan que los beneficios anuales de estas organizaciones rondan los 14 millones de euros, repartidos al 50 por ciento entre organizaciones y chicas. En las cuentas de alguno de los detenidos se han detectado ingresos de 350.000 euros por transferencias internacionales.

Los responsables de la organización se encargaban de gestionar la actividad de las mujeres, facilitarles las condiciones de trabajo, alquilar los pisos para el ejercicio de la prostitución, publicidad y la captación y control de nuevas trabajadoras. También se ocupaban del traslado a domicilios particulares cuando los clientes lo requerían, del cobro de los servicios, de proveer, por medio de una única empresa, de todos los efectos necesarios para realizar el trabajo y de pagar a las chicas. En algunos casos, las chicas tomaban voluntariamente medicamentos para evitar la menstruación y poder trabajar todos los días. Según los datos obtenidos se calcula en 18.000 euros mensuales el gasto de cada organización en estas prestaciones. Sólo la publicidad costaba 12.000 euros al mes.

La investigación puso de manifiesto que las redes tenían una estructura similar: una o dos personas dirigían y gestionaban el grupo y una o dos prostitutas de confianza se encargaban de la atención a los clientes, cobrar los servicios, etc. Contaban también con empleadas para labores de cocina y limpieza. Por otra parte, los organizadores se protegían de la acción policial con frecuentes cambios de domicilio, lo que dificultó la labor de los agentes. También las mujeres, alrededor de 100, rotaban por los diferentes prostíbulos. Cada una de las seis organizaciones investigadas atendía una media de 60 clientes diarios. En ocasiones, hasta 18 clientes esperaron su turno en una sala. Para facilitar el pago de los servicios, disponían de datáfonos para el pago con tarjeta bancaria.

La consiguiente investigación de un delito de blanqueo de capitales puso al descubierto que alguno de los detenidos enviaba a su país de origen grandes cantidades de dinero. Realizaban transferencias internacionales periódicas desde cuentas en entidades españolas que se nutrían de ingresos en efectivo hechos a diario. Por orden de la autoridad judicial, algunos saldos de los detenidos han sido bloqueados.

Según la investigación, todas las mujeres trabajaban de forma voluntaria, a excepción de una, que denunció su explotación sexual, para lo que la red la había despojado de documentos. Añadió que, además, fue violada por un amigo del responsable de la organización que la explotaba. Este delito ya ha sido esclarecido. En el curso de esta operación, llevada a cabo de forma conjunta por UCRIF Central y Grupo V de la BPED de Madrid, se han practicado seis registros en otros tantos domicilios, donde se ejercía la prostitución, en los distritos Centro, Usera, Puente de Vallecas, Ciudad Lineal, Tetuán y Salamanca. En ellos se ha detenido a 34 personas, de las que 14 son responsables y organizadores del ilícito negocio y 20, mujeres que ejercían la prostitución.

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