- España y Francia se comprometen a cerrar un proyecto de interconexión eléctrica que respete el medio ambiente antes de julio
PARIS/MADRID, 10 Ene. (OTR/PRESS) -
La XX Cumbre Hispano-francesa celebrada hoy en París sirvió no sólo para que España y Francia sellaran dos importantes acuerdos en materia migratoria y energética, sino también para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el jefe de Estado galo, Nicolas Sarkozy, hicieran borrón y cuenta nueva los pocos puntos de fricción bilateral en los últimos tiempos. Los dos mandatarios se comprometieron finalmente a tener cerrado un acuerdo sobre la interconexión eléctrica que respete "las preocupaciones medioambientales" e intercambiaron impresiones en torno a la inmigración. Además, el presidente galo declaró superadas las "incomprensiones" surgidas tras la regularización masiva de inmigrantes llevada a cabo por el Ejecutivo de Zapatero en 2005.
En una rueda de prensa conjunta ambos mandatarios certificaron la buena sintonía tanto en lo personal como en lo político, hasta tal punto que el presidente español llegó a asegurar que "la cordialidad ha llegado a niveles máximos con Sarkozy" y habló de una complicidad "sin precedentes". La concordia entre ambos se extendió también a la política migratoria, pese a que cuando el Ejecutivo de Zapatero promovió la regularización masiva de inmigrantes en 2005, Sarkozy, entonces ministro del Interior de Francia, dedicó duras críticas a esta estrategia política.
Sin embargo, la XX Cumbre bilateral entre España y Francia sirvió para que Zapatero y Sarkozy hablaran de este asunto en profundidad, según explicó en rueda de prensa el propio presidente galo, que aseguró que, fruto de ese diálogo, las "incomprensiones" que surgieron en su día han sido ya superadas. Es más, Nicolas Sarkozy aseguró comprender la situación que se encontraron Zapatero y el PSOE al llegar al Gobierno, con cerca de 700.000 inmigrantes irregulares en España que no cotizaban a la Seguridad Social y muchas necesidades en el mercado de trabajo.
El presidente del Gobierno incidió en esta idea al destacar que Francia y España comparten los "principios y objetivos" de cómo debe ser la inmigración y que lo que hay que hacer ahora es "sumar los medios y los instrumentos" que comporta, prioritariamente, mirar hacia África. Así, ambos se comprometieron a colaborar en materia de inmigración, por lo que, a partir de ahora, España y Francia impulsarán repatriaciones conjuntas de irregulares. El proyecto, explicó Zapatero, consiste en diseñar alternativas de vuelo, escalas y responsabilizarse de manera compartida de las rutas o el trayecto.
Esta dimensión más "técnica" del proyecto, se complementa con la política, que consiste en llevar a cabo esas repatriaciones conjuntamente respetando que cada inmigrante exige un expediente individual, aunque luego se coordinen los vuelos. "Estoy de acuerdo", añadió Sarkozy, que consideró la cuestión migratoria más allá de la división entre "izquierdas y derechas". Además, el presidente español habló de una cooperación centrada en tres ideas: construcción de una política europea con "sello franco-español", compromiso frente a la inmigración ilegal y políticas de desarrollo en los países emisores.
INTERCONEXIÓN ECOLÓGICA
Por otro lado, durante la Cumbre, Zapatero y Sarkozy suscribieron una declaración conjunta por la que se comprometieron a concretar "rápidamente" antes de finales de junio de 2008 el proyecto de interconexiones eléctricas. Una iniciativa que respetará "las preocupaciones medioambientales", subraya el texto, especialmente mediante el estudio de soluciones tecnológicas innovadoras, como el soterramiento parcial de la línea. Los aspectos técnicos, ambientales y financieros serán examinados por una sociedad conjunta a partes iguales de la francesa Réseau de Transport d'Electricité (RTE-EDF) y Red Eléctrica de España (REE).
Las dos empresas han propuesto a sus respectivos reguladores que los ingresos derivados de la asignación de capacidad se dediquen a la financiación de la interconexión. Estos ingresos se generan en las subastas a las que concurren los agentes autorizados para hacer uso de la capacidad comercial de la interconexión, informó REE en un comunicado. En concreto, la sociedad conjunta construirá una nueva línea entre las subestaciones de Santa Llogaia (España) y Baixas (Francia), con objeto de aumentar la capacidad de interconexión eléctrica entre los dos países.
La construcción de esta nueva interconexión permitirá reforzar la seguridad de los dos sistemas eléctricos, y contribuirá a un mayor apoyo energético entre ellos. Además, favorecerá la integración de un mayor volumen de producción de energía renovable, especialmente de la energía eólica del sistema ibérico, lo que contribuirá a alcanzar el objetivo europeo de atender un 20% del consumo a partir de energías renovables. Igualmente, contribuirá a aumentar la capacidad de intercambios entre Francia y España y tendrá un papel decisivo en el desarrollo del mercado ibérico y en su integración en el mercado europeo de la electricidad.