Actualizado 26/02/2008 21:11

Crónica Tesoro.- Dos cazatesoros aseguran que el oro de los nazis reposa en la frontera de Alemania con Chequia

- El tesoro, procedente del saqueo del Salón Ámbar del zar, parece encontrarse a 20 metros de profundidad en una montaña

BERLIN, 26 Feb. (OTR/PRESS) -

Tras décadas de intensa búsqueda del legendario Salón Ámbar, que el rey prusiano Federico Guillermo I regaló en el siglo XVIII al zar ruso Pedro el Grande, y del que se perdió el rastro tras la Segunda Guerra Mundial, los investigadores creen ahora haber dado con su paradero. En un bosque del pueblo de Deutschneudorf, en el estado de Sajonia, en la frontera con la República Checa hoy comenzaron los trabajo de excavación que podrían poner punto y final al misterio que rodea el paradero de este tesoro escondido por los nazis. Todo parece indicar a que a 20 metros bajo tierra se encuentra todo el oro que buscan.

Dos toneladas de oro escondidas en una montaña de los Montes Metalíferos alemanes, en el pueblo de Deutschneudorf, en la frontera con Chequia, tienen a un equipo de investigadores completamente entregado en su busca, puesto que pertenecen al tesoro escondido por los nazis y supondría abrir una puerta de esperanza para dar con el paradero del famoso Salón Ámbar. Los investigadores prefieren mantener la discreción hasta que den con el tesoro y puedan determinar si lo que encuentren pertenece directamente al Salón Ámbar o si por el contrario es el tesoro de los nazis, que podría dar pistas sobre donde encontrar el resto.

Todas las investigaciones parten de los testimonios de dos cazatesoros, Heinz Peter Haustein y Christian Hanisch, que aseguran que el tesoro se encuentra a 20 metros de profundidad en el punto exacto donde hace una semana comenzaron las excavaciones. Haustein, que es además miembro del parlamento alemán, explicó que en un principio llegaron a un área bajo tierra que se encuentra "llena de agua", pero a media tarde de hoy los investigadores no sabían aún si se trataba de una cueva.

En este sentido, Hanisch afirmó que el equipo de geólogos creía que lo encontrado a 30 pies bajo tierra sí era una cueva, lo que abriría las esperanzas de encontrar tan preciado tesoro. El hecho de que ambos cazatesoros estén tan seguros que el oro se encuentra en aquel lugar parte de unas coordenadas de varios depósitos secretos en los que los nazis escondieron su tesoro apuntadas por el padre de Hanisch, que perteneció al ejército nazi, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial. Así, Hanisch explicaba que sólo quiere saber si su padre "estaba en lo cierto", según informó la versión digital de CNN, recogida por otr/press.

EL SALÓN ÁMBAR

Aunque los investigadores prefieren guardar la calma hasta encontrar el oro y comprobar si pertenece o no al Salón Ámbar, Haustein se mostró "convencido" de que algunas de sus partes están en el lugar de las excavaciones. Puede que los 12 años que este cazatesoros lleva tras el oro que cubría la sala del Palacio del zar en San Petersburgo le lleven a precipitarse sobre el hallazgo, pero él está seguro de que tiene "indicios" de que se encuentra allí, "no pruebas".

El Salón Ambar fue un regalo del rey prusiano Federico Guillermo I al zar ruso Pedro el Grande y constituía una gran sala compuesta de oro y ámbar semitransparente. Sin embargo, en 1941 coincidiendo con el fin de la Segunda Guerra Mundial se desmontó y fue trasladada desde la localidad de Zarskoje Zelo, cerca de San Petersburgo (donde se guarda una réplica), al palacio Königsberger Schloss en Königsberg (actual Kaliningrado), donde se perdió su rastro. La sala podría ser "la octava maravilla del mundo" por lo que han sido numerosos los intentos por encontrarlo, aunque también infructuosos.

No obstante, puede que en esta ocasión los investigadores encuentren el Salón, que legalmente pertenecería a Alemania pero que Haustein recomendó devolver algunas partes a Rusia.

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