Actualizado 31/03/2017 06:28

Trump, moderado en asuntos polémicos y desafiante respecto a sus negocios en su encuentro con el New York Times

Quiere a su yerno como asesor para Oriente Medio, defiende a Bannon pero se replantea su postura respecto al cambio climático , la tortura o Hillary Clinton

MADRID, 23 Nov. (OTR/PRESS) -

El presidente electo de EEUU, Donald Trump, mantuvo en la jornada del martes una reunión con el diario The New York Times con el que ha mantenido una polémica continuada desde que se postulara como candidato a las primarias republicanas. A lo largo de una hora de reunión, que canceló y luego retomó, el magnate suavizó algunas de sus promesas más extremistas efectuadas en campaña, pero mantuvo y defendió sorprendentes ideas acerca de sus negocios, la conformación de su gabinete, el destino de su familia e incluso de su yerno, a quien postula como un buen candidato a asesorarle sobre Oriente Medio.

En cuanto a sus negocios, Trump aseguró que no tiene obligación legal de establecer los límites de su imperio de negocios y la Casa Blanca y aunque admite que la marca Trump es ahora "más caliente" de lo que era antes, afirmó que encontrará la manera de aislarse a sí mismo de sus empresas, que sí serán administradas por sus hijos.

Defendió a su jefe de Estrategia, Stephen Bannon, muy criticado y cuestionado por ser un claro defensor de la supremacía blanca y le calificó como un "tipo decente" burlándose de los republicanos que no le habían apoyado durante su campaña presidencial y de quienes dijo que están en deuda con él por la victoria conseguida frente a los demócratas.

En cuanto a las intenciones iniciales de investigar a Hillary Clinton por la utilización inadecuada de un servidor privado mientras era secretaria de Estado y sobre las aportaciones a la Fundación Clinton, se mostró radicalmente diferente que en campaña electoral cuando aseguraba que la llevaría a los tribunales e incluso a la cárcel. Ahora, el nuevo presidente de EEUU asegura que no quiere "hacer daño a los Clinton, la verdad es que no". Sin duda, un sustancial cambio de postura.

LA TORTURA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

En cuanto a la defensa que también hizo en campaña sobre el uso de la tortura y la defensa de los 'ahogamientos simulados', Trump dice ahora que el propio ex general James Mattis le ha hecho cambiar de opinión haciéndole ver que con los sospechosos a veces se consigue más "construyendo confianza y recompensando la cooperación": "Dame un paquete de cigarrillos y un par de cervezas, y lo haré mejor".
El presidente, que reconoce que el punto de vista de Mattis le sorprendió, repitió que el general retirado de Infantería de Marina es un serio candidato a secretario de Defensa.

El cambio climático, algo cuestionado por el equipo del presidente electo, también parece mirarlo ahora desde otra perspectiva. Afirma que revisará su postura de abandonar el acuerdo sobre el cambio climático alcanzado el año pasado en París y que apoyó su antecesor en el cargo, el presidente saliente Barack Obama.

A pesar de la feroz crítica que su equipo de transición ha efectuado respecto a los acuerdos de París, Donald Trump afirmó ante el New York Times que tiene "una mente abierta" y que quiere el "aire limpio" y "las aguas cristalinas".

RESPECTO A LA EXTREMA DERECHA

Ante el equipo directivo del diario estadounidense, el presidente electo garantizó que no tenía intención de abrazar posiciones de extrema derecha que están sucediendo en algunos lugares del país como una conferencia efectuada el pasado fin de semana en Washington, donde los asistentes se saludaron con el 'saludo nazi' y criticaron a los judíos.

A Trump le ha perseguido, tanto antes como después de las elecciones, el fantasma del apoyo recibido por parte de grupos de extrema derecha, algunos de los cuales han celebrado abiertamente su victoria. Sin embargo, ha querido dejar claro que los "condena".

"No es un grupo al que quiera alentar", ha subrayado. El futuro mandatario norteamericano ha afirmado que, si estos movimientos prosperan, examinará a fondo el caso para descubrir los motivos de su resurgimiento.

Respecto a sus múltiples controversias con los medios de comunicación del país, a los que ha acusado de manipuladores, sectarios y de incluso mentir y favorecer intencionadamente a su rival, se mostró también conciliador. Aseguró, no obstante, que el Times ha sido "demasiado duro" con él durante la campaña pero alabó la institución a la que llegó a llamar "una gran joya de América" e incluso "una joya del mundo".

DESAFIANTE RESPECTO AL POSIBLE CONFLICTO DE INTERES

Según informa el diario, Donald Trump sí se mostró desafiante a la hora de responder a las críticas recibidas en ciertas áreas relacionadas con conflicto de interés y ética. Aseguró que la ley "está de su lado" y que vender sus negocios sería "extremadamente difícil", al ser bienes inmuebles. Destacó que los negocios estarán en manos de sus hijos, aunque abogados expertos en ética no consideran que esta actuación del magnate sea suficiente para evitar el conflicto de intereses.

Tampoco negó que utilizó su reunión con el líder independentista del Reino Unido Nigel Farage para expresar su opinión sobre los parques eólicos marinos, de los que se ha quejado y que 'afean' la vista de su campo de golf en Aberdeenshire, Escocia. A pesar de su evidente interés personal, Trump argumentó que había tratado el tema con Farage debido a su "preocupación política" sobre los parques eólicos.

En cuanto a su yerno Jared Kushner, el presidente electo está seguro de no vulnerar la ley antinepotismo si se convierte en un asesor personal. Defiende además que puede ser un encargado de intermediar en el proceso de paz de Oriente Medio ya que es un buen observador judío y "podría ser muy útil" ya que "sabe" de la región.

En política exterior habló en términos generales aunque sí resaltó que la guerra de Irak fue "uno de los grandes errores de la historia de nuestro país". Respecto a la guerra civil que asola Siria se negó a clarificar su postura y, aunque confirmó que había hablado con el presidente ruso Vladimir Putin, no quiso facilitar más detalles.

El magnate defendió a su jefe de Estrategia Steve Bannon acusado de racista y antisemita, entre otras cosas. Trump señaló que conoce a Bannon desde hace "mucho tiempo" y que si pensara que era un racista ni siquiera se hubiera planeado su nombramiento. Cree que Bannon está siendo tratado "muy injustamente" y no considera que las declaraciones y manifestaciones que hizo desde su plataforma de ultra derecha Breitbart News sean ni racistas, ni sexistas ni antisemitas. Sólo que el portal que dirigía Bannon es "mucho más conservador" que The Times, dice Trump.