Publicado 30/04/2025 08:01

Rafael Torres.- El transistor

MADRID 30 Abr. (OTR/PRESS) -

Tener un transistor a pilas era disponer de una gran cosa. En medio del trastorno general provocado por el súbito apagón, cuando la gente trataba inútilmente de arrancar un hálito de vida a sus móviles, y los pasajeros de los trenes suburbanos, enterrados y a oscuras, no pensaban sino en cómo volver a la luz del sol, y los de superficie el modo de explicarse que hacían parados en mitad de la nada, un transistor era un tesoro, y sólo los que lo poseían sabían qué estaba pasando: se había ido la luz en todas partes.

Esa humilde cosa, tan analógica, tan vintage, tan de vivir arrumbado acumulando polvo incluso en las casas de las personas mayores, tan de pedir al primo que hacía el servicio militar en Melilla que te trajera uno porque allí eran más baratos, tan despreciado, había recobrado de pronto toda su fantasía autónoma y portátil, y eso era todo lo que se necesitaba para saber que lo que pasaba era que se había ido la luz en el país entero y más allá. Yo tengo uno y me convertí en alguien importante.

La causa del fundido de los plomos de España y Portugal que dejó colgados e hiperventilando en los ascensores a tantas criaturas, y ciegos los semáforos, y en un ¡ay! a los cirujanos y a sus pacientes, y también sin agua desde el principio a los vecinos de los barrios altos, y sin su chute de redes sociales a los adictos, y sin vida a los cajeros de los bancos, y luego sin lecho a tantos, la causa de todo eso no se conoce aún, pero el que tenía un transistor sabía que todo eso, y más, estaba pasando.

Las personas no son tan malas como las personas creemos que somos, y aun medio ahogadas en el caos, muchas sacaron el resuello suficiente para ser solidarias, empáticas, amables y generosas, ora subiendo a sus coches a los errantes, ora ofreciendo sus cocinas de gas butano a los vecinos vitrocerámicos, ora convirtiendo su transistor en la voz comunal que iba contando lo que pasaba. Se había ido la luz en todas partes, y aunque hoy se van sabiendo más cosas, saber eso gracias al transistor ya fue, cuando se apagó todo, saber mucho.

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