Estos son los dispositivos conectados que juegan un papel más importante en los ataques DDoS

Actualizado: jueves, 30 marzo 2017 3:03
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   MADRID, 26 Oct. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Cada vez resulta más fácil ver en los hogares y las empresas dispositivos conectados con objeto de hacer más sencillas y cómodas las tareas más habituales, pero son estos equipos, entre los que se encuentran los sistemas de vigilancia o los electrodomésticos inteligentes, los que entrañan un mayor riesgo para la ciberseguridad.

   La firma de seguridad ForeScout ha realizado un informe en el que recoge el papel que juega el Internet de las Cosas en los ataques cibernéticos y ha recogido los equipos conectados que tienen mayores probabilidades de ser usados para lanzar un ataque de denegación de servicio (DDoS), como el que tuvo lugar el viernes 21 de octubre.

   En concreto, el informe divide los equipos en tres grupos según el riesgo. Los frigoríficos y las bombillas inteligentes pueden permitir que un tercero espíe una red privada o acceda a credenciales. En otro nivel, los sistemas de videoconferencia, las impresoras inteligentes y los teléfonos con sistemas VoIP --voz por protocolo de Internet--, que pueden ayudar a perturbar el trabajo de las empresas.

   Por su parte, los sistemas de seguridad conectados y dispositivos como los termostatos pueden usarse para causar daños graves, como invadir la privacidad, obtener acceso a información privada o destruir instalaciones críticas.

   El informe recoge, además, que un cibercriminal tarda tres minutos en 'hackear' un equipo conectado, y que el riesgo se encuentra en los sistemas de comunicación inalámbrica que emplean para conectarse con otros dispositivos o a la Red.

   Si los equipos son infectados, la amenaza se puede extender a otras redes si las redes inalámbricas de los equipos infectados y los no infectados están al alcance, incluso si no ha habido comunicación previa entre ellos.

Se calcula que en la actualidad hay 6.400 millones de dispositivos conectados en todo el mundo, cifra que se espera que aumente hasta los 20.000 millones para el año 2020 e, incluso, se plantea que para 2018, el dos terceras partes de las empresas experimentarán problemas de seguridad debido al Internet de las Cosas.