Archivo - Una alumna en la universidad - Fernando Sánchez - Europa Press - Archivo
MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las tasas y precios públicos por alumno oscilaron en 2023 entre algo más de 1.000 euros en regiones como Galicia y más de 2.000 euros en la Comunidad de Madrid.
Así lo revelan los Indicadores CYD de Eficiencia global del Sistema Universitario Español publicado este miércoles por la Fundación CYD, que destaca que alrededor del 75% de estos ingresos proviene de matrículas," lo que supone una carga significativa para las familias y genera desigualdades territoriales en el acceso a la universidad".
El informe pone de manifiesto que "solo con una gobernanza sólida las universidades podrán alinear su oferta académica e investigadora con las necesidades del país, ser referentes de innovación y recuperar la confianza social como motor de progreso".
Los Indicadores CYD han empleado el método de agregación del 'beneficio de la duda' (BOD), basado en modelos de programación lineal inspirados en el análisis envolvente de datos (DEA), para generar un indicador compuesto que permita analizar el nivel de eficiencia entre las universidades estudiadas.
En 2023, los ingresos y gastos no financieros del conjunto de las 47 universidades públicas presenciales españolas crecieron en torno al 7% anual, una tasa situada, como en todo el periodo 2015-2023, por encima de la inflación. No obstante, debido a los descensos de 2009-2015, los niveles de 2023 se mantuvieron alrededor de un 10% por debajo de los de 2009 en términos reales.
En 2023, Cantabria, La Rioja, el País Vasco, Navarra y la Comunidad Valenciana superaron los 10.000 euros por estudiante en transferencias corrientes y de capital recibidas, más del 80% de las cuales procedían de las administraciones autonómicas respectivas. Madrid registró el valor más bajo (6.975 euros/alumno), seguida por Extremadura, Andalucía, Cataluña, Murcia y Castilla y León (con cifras entre 8.000 y 8.600 euros).
En términos de PIB per cápita regional, la menor ratio se dio en Madrid (16,3%), seguida a distancia por Cataluña (23,5%) y Baleares (26,7%), lo que refleja un menor esfuerzo financiero público relativo en estas comunidades.
En 2023, el conjunto de las 47 universidades públicas presenciales españolas registró una capacidad de financiación equivalente al 4,5% de sus ingresos no financieros. Solo Madrid presentó una necesidad de financiación, tras un deterioro de cuatro puntos respecto a 2022. La tasa media de ahorro bruto se situó en el 7,2% de los ingresos corrientes, y fue Galicia la única comunidad con una tasa negativa.
Por universidades, únicamente las madrileñas Rey Juan Carlos y Complutense de Madrid presentaron en 2023 un déficit tanto no financiero como corriente.
GASTO PÚBLICO UNIVERSITARIO INFERIOR AL 1% DEL PIB
La gobernanza y la capacidad de financiación son pilares fundamentales del sistema universitario y determinan cómo los recursos se canalizan hacia las diferentes funciones académicas, científicas y de transferencia, incidiendo de forma directa en la calidad y el alcance de los resultados del sistema.
Los datos de 2023 muestran un avance sostenido en la inversión en I+D, con 22.379 millones de euros (1,49% del PIB), encadenando nueve años de crecimiento ininterrumpido. Sin embargo, España continúa por debajo de la media del contexto internacional.
La inversión por estudiante universitario en España también continua por debajo de los referentes internacionales: en 2022 fue de 18.369 dólares por alumno (15.753 euros en la actualidad), inferior a la media de la UE y al promedio de la OCDE.
La aportación pública, aunque mayoritaria (65,9%), también resulta inferior a la de estos países; pese a ello, se observa una ligera mejora en el peso del gasto público universitario sobre el PIB (pasó del 0,69% en 2015 al 0,75% en 2022), aún lejos del objetivo del 1% establecido por la LOSU.
El estudio concluye que la recuperación "aún no ha compensado plenamente el fuerte impacto de los recortes presupuestarios derivados de la crisis de la deuda soberana de principios de la década pasada". En 2023, los niveles de financiación seguían siendo alrededor de un 10% inferiores a los de 2009, en términos reales, una vez descontada la inflación.
Considerando el conjunto de las funciones analizadas, la eficiencia global de las universidades españolas en el curso 2023-2024 es de 57,58 puntos sobre 100.
Para cada una de las funciones analizadas, el indicador compuesto se ha construido a partir de un conjunto de variables seleccionadas por su relevancia y validez analítica, empleando el método de agregación del 'beneficio de la duda' (BOD), que tiene en cuenta la diversidad del SUE y permite que cada universidad asigne el peso a sus propios indicadores.
MEJORA EN EL DESEMPEÑO MEDIO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
Los indicadores CYD muestran la evolución de la eficiencia global de la universidad en su conjunto y para cada una de las cinco funciones estratégicas, entre los cursos 2020-2021 y 2023- 2024, y ponen en evidencia un crecimiento moderado del 3,87%, que señala una tendencia sostenida de mejora en el desempeño medio del sistema.
Las cinco prioridades estratégicas se han articulado en tres ejes principales de actuación universitaria: gestión del talento; impacto social, económico y científico; y adaptación a los desafíos globales de la educación superior.
El estudio destaca un porcentaje de mujeres en el PDI del 42,84% y en el PDI permanente de 42,64%. La gestión del talento mejora gracias a una mayor estabilidad de las plantillas y al refuerzo de la equidad de género.
Sin embargo, advierte de que "la persistente falta de renovación del PDI estable y la limitada autonomía universitaria en la gestión de personal continúan siendo las principales barreras para asegurar un relevo generacional eficaz y sostenible a medio plazo".
Entre los cursos 2020-2021 y 2023-2024 se pone de manifiesto un avance notable en la función de transferencia de conocimiento (+44,33%) que evidencia el paso de una producción científica centrada en el volumen, a una investigación más orientada al impacto social y económico. Cabe destacar el crecimiento en la colaboración con actores no universitarios (+106,9%) y la caída de mecanismos clásicos de transferencia formalizada como las patentes, licencias y spin-offs (-20,3%) y contratos de I+D (-38%).
El documento también revela que la empleabilidad "es una de las funciones más sólidas del sistema", con valores de eficiencia elevados, con 82,76 puntos sobre 100, y que está experimentado un cambio cualitativo: del énfasis salarial a la estabilidad y dedicación completa al empleo, en línea con los objetivos impulsados por la reforma laboral de 2021. En los titulados de grado, el peso relativo del porcentaje de egresados con contrato indefinido se duplica (+103%), y el de afiliados a jornada completa crece un 36%.
Por otro lado, entre 2020-2021 y 2023-2024, el índice de internacionalización descendió un 9,57%, lo que confirma que la internacionalización "sigue siendo una de las principales debilidades estructurales del sistema universitario español".
La movilidad de estudiantes sigue concentrada en estancias cortas y se observa un aumento del personal extranjero (+11,2%), aunque su presencia solo supone un 3,3% sobre el PDI total.
La eficiencia en equidad se sitúa en 84,51 puntos sobre 100, y el componente que adquiere más peso es el porcentaje de mujeres graduadas, que crece de forma destacada (+31,40%). Este avance muestra que las universidades están priorizando asegurar el éxito académico de las estudiantes. En el otro extremo, cae de forma significativa (-18,24%) la importancia del indicador que mide el porcentaje de mujeres en el PDI.