Navarra aprueba el decreto que establece los derechos y deberes del alumnado

Imagen de un colegio navarro.
EP/GOBIERNO DE NAVARRA
Actualizado: lunes, 23 agosto 2010 15:00

PAMPLONA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Navarra ha aprobado el Decreto Foral que concreta los derechos y deberes del alumnado y regula la convivencia en los centros educativos de la Comunidad foral. Se trata de un texto normativo único para todos los centros públicos y concertados que imparten enseñanzas no universitarias.

Según ha informado en rueda de prensa el consejero de Educación, Alberto Catalán, este decreto se dicta en desarrollo de la Ley Orgánica 2/2006 de Educación (LOE) que hace referencia a la prevención de los conflictos y a su resolución pacífica, la formación para la paz, el respeto a los derechos humanos y la preparación para el ejercicio de una ciudadanía crítica y responsable.

El texto, ha explicado el consejero, consolida la autoridad educativa de los docentes y los equipos directivos, a quienes dota de herramientas de "ágil y rápida aplicación para restablecer de manera inmediata el clima adecuado en los centros escolares," e impulsa una gestión compartida y participativa de todos los agentes de la comunidad educativa en la resolución de conflictos. Asimismo, fomenta la autonomía de los centros al permitir la concreción de los aspectos decretados en el plan de convivencia escolar.

El decreto, ampliamente demandado por la comunidad educativa, ha contado con la participación las asociaciones de directores de centros públicos, sindicatos y asociaciones de profesorado, federaciones de asociaciones de padres y madres, asociaciones de entidades titulares de centros privados de la Comunidad foral y el Defensor del Pueblo.

En cocreto, ha expuesto Alberto Catalán, el Decreto Foral establece los derechos y deberes del alumnado, que son los mismos para todos, sin más distinciones que las concreciones derivadas de su edad.

Según el texto, los alumnos tienen derecho a recibir una formación en el respeto a los derechos y libertades fundamentales y en principios democráticos de convivencia; a recibir una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de su personalidad; a ser respetado y valorado con objetividad; a participar en la vida del centro individual y colectivamente; a ser educado en igualdad de oportunidades y a la protección de la salud y a su promoción.

Por su parte, tienen el deber de estudiar, de respetar la labor educativa y la autoridad del profesorado y de la dirección, así como de seguir las indicaciones de otros agentes de la comunidad educativa o que presten servicios a la misma, de participar y colaborar de manera positiva en la mejora de la convivencia escolar y en la consecución de un adecuado clima de estudio, de respetar a las personas, de asistir al centro educativo con la vestimenta y la higiene personal adecuadas, y de conservar y utilizar adecuadamente las instalaciones, equipamientos, mobiliario y materiales del centro, de su entorno y del transporte escolar.

PLANES DE CONVIVENCIA

Por otro lado, el texto regula la convivencia en los centros y establece que todos deben elaborar su propio plan de convivencia. Estos planes deberán combinar la prevención con medidas aplicables en caso de que surjan problemas de disciplina.

Éstas tendrán siempre un carácter educativo, independientemente del tipo de conductas contrarias a la convivencia. Entre las medidas de resolución se presentan la mediación, el aprendizaje de la resolución dialogada de los conflictos, la potenciación de la acción tutorial y la coordinación con las familias.

Los planes específicos de cada centro, que se encuentran en fase de elaboración, deberán, además, apostar por un modelo integrado de gestión de la convivencia y potenciar la participación de todos los agentes implicados en la comunidad educativa (la dirección del centro, el profesorado, el alumnado, los padres y madres, el consejo escolar y el Departamento de Educación).

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