BARCELONA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha destacado la "elevada" cultura de seguridad de la central nuclear de Ascó, si bien ha identificado algunos problemas de comunicación entre la sala de control de la central y los operarios que trabajan sobre el terreno que se están subsanando.
Así lo refleja el acta de la visita de julio, consultada por Europa Press, que analizó 16 sucesos notificados por la central en 2011, y el resultado se tuvo en cuenta antes de prorrogar la licencia de explotación de los dos reactores por un nuevo periodo de diez años.
El CSN determinó en su informe que las causas de la mitad de los sucesos analizados tenían un origen reciente y se podrían achacar en su mayoría a "inadecuadas prácticas de trabajo", como una eventual falta de comunicación entre los trabajadores y la sala de control de la nuclear.
En todo caso, los inspectores constataron que se estaban llevando a cabo las medidas correctoras pertinentes, y en declaraciones a Europa Press la misma Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV) --operadora de ambas nucleares-- ha constatado que se está trabajando con el personal de la planta "con formación y entrenamiento específico".
El análisis de todo lo notificado por el CSN permite a las nucleares extraer lecciones y emprender "acciones correctivas y de mejora necesarias para garantizar la operación segura" de los reactores, ha especificado Anav.
Durante 2011, Ascó ha registrado dos sucesos clasificados con el nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES): la maniobra incorrecta de una estructura por encima de la piscina de combustible gastado y el vertido accidental de 25.000 litros de agua contaminada que mojó el calzado de 19 trabajadores.
"ESTÁNDARES DE CALIDAD ESPERADOS"
El acta del CSN recoge que el trabajo de investigación realizado por Ascó para identificar y subsanar las causas de los sucesos registrados "cumple con los estándares de calidad esperados".
Asimismo, y tras constatar la elevada cultura de seguridad del comité de seguridad de la misma planta, señala que no se identificó "falta de cultura" de seguridad en los incidentes.
A pesar de ello, y en relación con la sala de control, la inspección también identificó que el estado de conservación de los paneles era "manifiestamente mejorable", ya que, en comparación con otras centrales, el número de etiquetas situadas en los paneles era muy elevado.
Entre los sucesos, el CSN considera que los hay que se produjeron por una "falta de comunicación" entre trabajadores y sala de control, lo que facilita que en ocasiones se lleven a cabo acciones en campo sin pedir permiso a la sala, o bien que el turno de operación en servicio no disponga de la información necesaria para la toma de decisiones.
En cualquier caso, los resultados de las diversas inspecciones e incluso los test de estrés llevados a cabo en todas las centrales nucleares de Europa, permitieron al Gobierno firmar la prórroga en la operación de los dos reactores de Ascó hasta el año 2021 en septiembre de este año.