El enfrentamiento entre los países europeos del este y del oeste bloquea el acuerdo sobre cambio climático

Actualizado: jueves, 29 octubre 2009 21:59

Polonia y otros 8 países se resisten a contribuir al fondo europeo para ayudar a los países pobres a reducir sus emisiones

BRUSELAS, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

El enfrentamiento entre los países del este y del oeste de Europa amenaza con bloquear el acuerdo para que la UE acuda con una posición común a la cumbre sobre cambio climático que se celebrará en diciembre en Copenhague, cuyo objetivo es alcanzar un nuevo pacto que sustituya al protocolo de Kioto. Polonia y Hungría reiteraron hoy su resistencia a contribuir al fondo europeo para ayudar a los países pobres a recortar sus emisiones alegando su bajo nivel de renta y el impacto de la crisis económica.

El primer ministro húngaro, Gordon Bajnai, aseguró que la última propuesta de la presidencia sueca sobre cómo se repartirá la factura entre los Estados miembros "no es aceptable en su forma actual". Esta postura cuenta con el apoyo de Polonia y otros siete países del este.

Por su parte, el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, afirmó que los Veintisiete deben lograr en la cumbre que comenzó este jueves en Bruselas un acuerdo que "mencione una cifra" de ayuda a los países pobres para luchar contra el cambio climático. "Será un signo de liderazgo de Europa", resaltó.

Reinfeldt admitió no obstante que también hay que discutir cómo se repartirá la factura entre los Estados miembros. "Muchos países han sido golpeados por la crisis financiera" hasta el punto de necesitar la asistencia del FMI, recordó el primer ministro sueco, en referencia a los casos de Letonia y Hungría.

Por su parte, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, explicó que el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, le había escrito para pedirle que la UE siguiera liderando la lucha contra el cambio climático. Barroso dijo que lograr un acuerdo sobre la oferta financiera de la UE "es esencial para que los países en vías de desarrollo acepten un acuerdo en Copenhague".

Y recordó además que "es una oferta condicional: apoyaremos financieramente a los países pobres a adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático si ellos se comprometen a objetivos serios".

El presidente del Parlamento Europeo, el conservador polaco Jerzey Buzek, apeló a la "solidaridad hacia el exterior" que la Unión Europea ha demostrado tradicionalmente con países en desarrollo para que esta vez se aplique "dentro de la UE", y confió en que los Veintisiete den con una solución que "satisfaga a todos".

Preguntado por las amenazas de Polonia de bloquear esta cumbre, Buzek aseguró que no contempla una reacción "tan extrema" pero admitió que hay "puntos divergentes" y que hay "varios países, no sólo Polonia" que difieren de "la mayoría".

Bruselas ha propuesto que la UE dedique entre 2.000 y 15.000 millones de euros anuales a la altura de 2020 para ayudar a los países pobres a luchar contra el cambio climático. Si hay un acuerdo en Copenhague, el flujo de ayudas debería iniciarse de inmediato, y en el periodo inicial entre 2010 y 2012 a los Veintisiete les correspondería aportar entre 500 y 2.100.

Las capitales no han avalado todavía las cifras propuestas por la Comisión. De hecho, algunos países, liderados por Alemania, creen que es prematuro que la UE descubra sus cartas cuando el resto de socios internacionales, especialmente EEUU, no están haciendo lo mismo. Entre los grandes países, sólo Reino Unido ha puesto sobre la mesa una cifra para la aportación de la UE, en concreto 10.000 millones de euros a la altura de 2020.

Sin embargo, el principal punto de desencuentro es cómo se repartirá la factura entre los Estados miembros. El Ejecutivo comunitario ha propuesto que se tengan en cuenta dos criterios: la capacidad de pago y la responsabilidad en las emisiones.

Pero un total de nueve países del este, liderados por Polonia, son reticentes a financiar este fondo y alegan su situación de menor desarrollo y el impacto de la crisis económica. Estos Estados miembros defienden que el único criterio de reparto sea el nivel de renta.