El acusado de acuchillar a su novia en Daimiel (Ciudad Real) tiene anulada su capacidad intelectual y su voluntad

Actualizado: viernes, 19 junio 2009 16:13

CIUDAD REAL, 19 Jun. (CIUDAD REAL) -

Víctor Manuel F.B.F.C., el hombre que está siendo juzgado estos días por matar a su novia, Ana Belén B.G., de 22 cuchilladas, en Daimiel (Ciudad Real), en la noche del 3 de agosto de 2006, tiene anuladas su capacidad intelectual y su voluntad al cien por cien.

Así lo pusieron hoy de manifiesto en la segunda sesión del juicio, que quedó visto para sentencia, los dos forenses que analizaron al hombre nada más ocurrir los hechos y que le han seguido durante este tiempo, con un último informe psiquiátrico elaborado en enero de 2008.

Según los forenses, aunque tiene diferentes patologías, la principal causa de su situación estaría provocada por la existencia de un tumor en el lado izquierdo del cerebro, que se comprobó que no era operable, a lo que se unía que, en diferentes ocasiones, abandonaba la medicación que tenía recetada, como ocurrió en los meses previos al suceso.

En relación a su estado tras el crimen, lo vieron hora y media después de ocurrido, Víctor Manuel, según explicaron, estaba totalmente fuera de lugar, alterado con falta de orientación y sufriendo alucinaciones, sin poder responder a las preguntas de los profesionales que la atendían.

Sus referencias en su declaración de ayer, en las que dijo que oía voces de sus "compañeros del Ejército" que le instaban a matar a la mujer, dijo que respondían a su voluntad de volver al Ejército, creyendo que podría hacerlo si hacía caso a sus superiores.

La enfermedad que padecía, por otro lado, había sido la razón última de su separación del servicio militar, en el que estuvo como soldado profesional durante un tiempo, cuya vuelta al mismo se había convertido en una obsesión.

UNA HERIDA EN EL PULMÓN

Por otro lado, los forenses también relataron la autopsia realizada a la víctima, en la que concluyeron que, de entre las 22 puñaladas que recibió, sólo dos fueron las más profundas, siendo una de ellas, de 8 centímetros, que le alcanzó un pulmón, la posible causa directa del fallecimiento.

En todo caso, los forenses también dejaron claro que a la mujer, una vez que él la cogió por la espaldad y la tiró al suelo, la agarró del cuello y le golpeo la cabeza en varias ocasiones contra el mismo.

En este proceso, el fiscal pide 28 años de internamiento en un centro psiquiátrico por los delitos de asesinato y maltrato habitual, mientras que la defensa pide 10 a 15 años de internamiento por un delito de homicidio o 25 años si se considera asesinato, con evaluaciones de su estado mental cada cierto tiempo.

Por su lado, la Junta de Comunidades, personada en el caso, y la acusación particular en nombre la familia de la mujer, piden, respectivamente, 21 y 22 años de cárcel y solicitan que el trastorno mental que padece se aplique únicamente como atenuante.