El arzobispo de Valencia preside mañana en la catedral una misa conmemorativa en el 50 aniversario de la riada

Actualizado: sábado, 13 octubre 2007 19:25

VALENCIA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, presidirá mañana a las 12.00 horas en la catedral de Valencia una misa conmemorativa con motivo del 50 aniversario de las inundaciones que provocaron más de 80 muertos en 1957 en la ciudad, según informaron fuentes del Arzobispado.

Durante la eucaristía se elevarán oraciones por el eterno descanso de las víctimas mortales de aquellas inundaciones y también en agradecimiento por la "abundante ayuda" que recibió Valencia desde la propia provincia y desde el resto de España y de otros países tras la riada.

La misa, que ha sido organizada por el Arzobispado en colaboración con el Ateneo Mercantil de Valencia, será concelebrada por miembros del cabildo catedralicio, así como por sacerdotes de las parroquias y localidades que resultaron más afectadas por la inundación de hace 50 años. Además participará la Coral Catedralicia.

Asimismo, señalaron que las parroquias de la diócesis de Valencia "recordarán también durante las misas del domingo a las víctimas y damnificados por la riada, y elevarán plegarias en acción de gracias por la ayuda que recibió Valencia", subrayaron.

Tras la riada de 1957, la diócesis de Valencia atendió y dio alojamiento a 3.978 de las 5.793 personas que se vieron obligadas a abandonar sus viviendas en la capital valenciana, la mayoría de las cuales perdieron sus hogares, según fuentes del Archivo Diocesano.

Según explicaron, el mayor número de afectados "fueron acogidos en parroquias, conventos, colegios, albergues y sanatorios católicos, así como en el antiguo seminario o en el Palacio Arzobispal". El resto fueron alojados en edificios propiedad de entidades civiles, a las que se desplazaron numerosos sacerdotes, religiosas e integrantes de entidades católicas para atenderles, según las mismas fuentes, que precisaron que la estancia de los acogidos se prolongó en algunos casos varios meses.

Los atendidos en los albergues, la mayoría de ellos "improvisados ante la tragedia", recibieron además de alojamiento, alimentos, mantas, prendas de abrigo, medicinas y atención sanitaria, procedentes de numerosas congregaciones religiosas, movimientos cristianos como Acción Católica o los Scouts, así como de entidades benéficas aconfesionales, la Administración Pública o empresarios.