Autoridades municipales y eclesiásticas inauguran una calle en el Camino Francés dedicada a Karol Wojtyla
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
El nuncio apostólico, Renzo Fratini, calificó hoy como "totalmente justificada" la iniciativa municipal de dar el nombre de Juan Pablo II a una calle compostelana, avenida que, según destacó, invitará a considerar "la rica herencia" del pontícife "a todos los hijos" de Santiago.
"Me complace vivamente que, en ocasión de la apertura del Año Santo 2010, tengan la gentileza de dedicar esta calle con el nombre del venerable siervo de Dios Juan Pablo II", resaltó Fratini, en presencia del arzobispo de Santiago, Julian Barrio; el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo y otros miembros del consistorio.
Tras la inauguración de la placa que da nombre al vial, en el Camino Francés --en el barrio santiagués de As Cancelas--, el nuncio recordó las dos visitas de Juan Pablo II a Santiago de Compostela, "una ciudad histórica".
En la primera de ellas, el 9 de noviembre de 1982, el Papa instó "a toda Europa" a encontrase consigo misma con palabras que rememoró Fratini: "Sé tú misma, aviva tus raíces, no olvides los valores auténticos que hicieron tu historia", proclamó.
Asimismo, en sus cinco visitas a España, Juan Pablo II manifestó su cariño "con mensajes en los que invitaba a sus gentes a permanecer firmes en la fe", recalcó Fratini en su intervención.
"DESPERTÓ LA CONCIENCIA DE LA HUMANIDAD"
En esta línea, el representante de Benedicto XVI en el Estado español referenció mensajes del anterior Papa como "la importancia de la educación de los hijos, el uso del derecho a elegir el tipo de educación para ellos, el culto a Jesús sacramentado y la unidad, indisolubilidad y fidelidad matrimonial".
En agosto de 1989, Santiago albergó la Jornada mundial de la juventud, en la que "más de 400.000 jóvenes de todo el mundo" se encontraron con el Santo Padre en el Monte do Gozo. Allí "les habló del sentido de la vida y les invitó a no tener miedo a ser santos", incidió el nuncio.
"Juan Pablo II despertó la conciencia de la humanidad sobre el hombre de hoy, su dignidad, sus derechos, sus deberes fundamentales, sobre la dimensión trascendente de su vida", remarcó, para concluir expresando sus "mejores deseos" para que el recuerdo de "tan querido pontícife contribuya y ayude a todos los hijos de esta ciudad a considerar la rica herencia que ha dejado". "Esta será, con toda seguridad, fuente de aliento y esperanza para cuantos vivimos y luchamos por un mundo en paz, mas justo y mas humano", finalizó.
