La ayuda humanitaria para desastres en 2005, con 9.000 millones de euros, superó todos los récords

Actualizado: jueves, 14 diciembre 2006 10:26


MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

En 2005, el mundo respondió más generosamente a las necesidades humanitarias que en cualquier otro momento de la historia reciente, aunque el interés se centró en algunos desastres en particular, que acapararon toda la atención de la comunidad internacional, mientras que numerosas otras crisis permanecieron ignoradas, según el Informe Mundial de Desastres 2006, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR).

El pasado año, los Gobiernos de todo el mundo donaron un total de 12.000 millones de dólares (algo más de 9.000 millones de euros) en ayuda humanitaria bilateral, la cifra más alta desde que comenzó a realizarse este recuento, en 1970. Además, los supervivientes del desastre causado por el tsunami de diciembre de 2004 recibieron 5.500 millones de dólares (unos 4.150 millones de euros) procedentes de donaciones individuales, la cantidad más alta jamás alcanzada por ONG de todo el mundo. La ayuda total recaudada para este catástrofe alcanzó los 14.000 millones de dólares (10.500 millones de dólares).

Sin embargo, a pesar de los grandes números, la Federación Internacional advierte de que la ayuda es desigual. Mientras que el tsunami fue el desastre con mejor respuesta de la historia --con al menos 1.241 dólares por beneficiario (algo más de 900 euros)-- las crisis de Chad, Guayana, Costa de Marfil, Malawi y Níger sólo obtuvieron 27 dólares (unos 20 euros) por persona.

Para el presidente del FICR, Juan Manuel Suárez del Toro, estas disparidades son inaceptables. "La respuesta generosa de 2005 muestra que las personas y los Gobiernos están comprometidos en ayudar a los que lo necesitan. Ahora debemos asegurar que la ayuda va a donde más se necesita y que no está repartida por razones políticas, de seguridad o mediáticas", explicó.

El Informe 2006 se centra este año en la inseguridad alimentaria en Africa, la mortalidad materna en el sur de Asia, las repetidas crisis en América, la inmigración irregular a Europa y las desigualdades de género en los desastres, poniendo de manifiesto las circunstancias en las que viven estas personas. Asimismo muestra cómo las correctas respuestas ahora pueden ayudar a impedir crisis crónicas.

CASI 100.000 MUERTOS

Durante 2005, los desastres mundiales acabaron con la vida de 99.425 personas, el 84% de ellas víctimas del terremoto del 8 de octubre en Pakistán. Además, los desastres naturales del año pasado afectaron a 161 millones de personas y costaron unos 160.000 millones de dólares (algo más de 120.000 millones de euros), aproximadamente el doble de la media de esta década.

El Informe también subraya lo irregular de la cobertura mediática de los desastres y se pregunta por qué el huracán Katrina, que mató a unas 1.300 personas, generó una atención de los medios 40 veces superior a la del huracán Stan, que acabó con la vida de 1.600 personas en Guatemala poco después.

Asimismo, el documento analiza por qué la ayuda humanitaria es todavía tan "injustamente repartida". "¿Qué comunidades languidecen en las sombras de la respuesta de emergencia y la prevención, ignoradas por los medios, las organizaciones de ayuda, los donantes, incluso por sus propios Gobiernos? ¿Por qué algunas crisis merecen la cobertura mediática, el dinero de los donantes, un lugar en las bases de datos internacionales de desastres, mientras otras no? ¿Cuál es el impacto humano de este olvido y qué podemos hacer al respecto?", se pregunta la Federación Internacional.

En este sentido, su secretario general, Markku Niskala, pidió una mejor comprensión de las causas que están detrás de las catástrofes. "Para muchas personas, la vida diaria contiene la semilla de la crisis. Ignorar su vulnerabilidad convierte un riesgo de hoy en un desastre de mañana", consideró.

Por ello, la Federación Internacional insta a las organizaciones humanitarias y a los donantes que establezcan una manera estandarizada de medir las necesidades globales y asegurar que las respuestas satisfacen todas las necesidades prioritarias.

INMIGRACIÓN EN EL MEDITERRÁNEO

En concreto, el Informe recoge este año los datos del Gobierno español y la Cruz Roja española, al señalar que el número de embarcaciones con inmigrantes llegados a las islas canarias alcanzó en 2005 los 4.751, frente a los 10.896 que llegaron solo en los primeros seis meses de 2006.

"Ahogados por las perspectivas de empleo y conducidos por el fracaso del desarrollo, la pobreza, la inseguridad y la desesperanza, muchos inmigrantes se preparan para arriesgar sus vidas y llegar a Europa", relata el Informe en su capítulo 5.

En este sentido, el texto indica que unos 2.000 inmigrantes irregulares se ahogan cada año en el mar Mediterráneo intentando llegar a Europa, según datos de un profesor de estudios para la paz de la Universidad de Bradford, Michael Pugh. No obstante, el texto subraya que ninguna organización está midiendo el impacto humanitario de esta crisis regional en Africa.

MADRES EN NEPAL

Por otra parte, el Informe también destaca este año la vulnerabilidad de las mujeres en Nepal, donde cada año mueren entre 5.000 y 6.000 a la hora del parto. Esto supone que cada 90 minutos fallece una mujer en Nepal en estas circunstancias. Además, el 95% de las mujeres que sufren complicaciones al dar a luz no tienen acceso a cuidados de emergencia.

Esto implica una doble tragedia, ya que los niños sin madre tienen más probabilidades de morir. De hecho, se estima que 30.000 bebés fallecen cada año en este país del Himalaya antes de cumplir un mes de vida. La mortalidad materna y neonatal se ha llevado 25 veces más vidas que el conflicto existente en el país desde 1996.

Aunque el Informe reconoce que ante un desastre, las preocupaciones de género "pueden parecer un lujo" que puede esperar a que se atiendan otras necesidades más urgentes, si no se abordan las desigualdades de género "inmediatamente después" de que tenga lugar la catástrofe "la respuesta pueda condenar a las mujeres y a las niñas a menos ayuda, inferiores oportunidades de vida enfermedades, violencia e incluso la muerte".