El cardenal Cañizares define a monseñor Juan Pérez Navarrocomo "servidor fiel, sencillo y prudente"

A.SÁIZ/AVAN

VALENCIA 2 May. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha presidido en la Catedral la misa exequial por el eterno descanso de quien fuera deán de la Seo y vicario general de la diócesis, monseñor Juan Pérez Navarro, que falleció el viernes a los 85 años y a quien el purpurado ha definido en su homilía como "servidor fiel, sencillo y prudente".

En la eucaristía, el cardenal ha agradecido a Dios el "don para la Iglesia que fue en sus muchos destinos Don Juan Pérez Navarro, en cuya vida y obra resplandecía claramente la confianza el amor de Cristo". Ha destacado también la "ejemplar dedicación y entrega a Dios y a la Iglesia", del canónigo fallecido, que fue "recto y justo de corazón".

"Jesucristo se nos ha hecho cercano en el amor de Dios a través de Don Juan Pérez Navarro, como sacerdote y pastor en tantos momentos, en tantísimos hechos, gestos y detalles", ha subrayado.

Con el cardenal Antonio Cañizares han concelebrado los obispos valencianos monseñor Vicente Juan Segura, titular de la diócesis de Ibiza, y monseñor José Gea Escolano, emérito de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, así como el vicario general, Vicente Fontestad; el cabildo de la Catedral encabezado por su deán, Emilio Aliaga, y decenas de sacerdotes.

Concluida la misa, los restos mortales de monseñor Pérez Navarro han sido conducidos a su localidad natal, Muro de Alcoy (Alicante), para recibir sepultura esta tarde tras una misa funeral en la parroquia San Juan Bautista.

Monseñor Juan Pérez Navarro, que era canónigo de la Catedral desde 1991, desempeñó, entre otras responsabilidades, la de vicario general de la diócesis y moderador de la Curia, provicario general para Asuntos Económicos, delegado episcopal para Asuntos Institucionales, miembro del Consejo de Asuntos Económicos, en el que continuaba en la actualidad, del Colegio de Consultores y del Consejo Presbiteral. También presidió la Fundación para la Restauración de la Basílica de la Virgen de los Desamparados.

En el año 2000 había sido nombrado por el papa San Juan Pablo II Prelado de Honor de Su Santidad.