ROMA 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El jefe de la Sala de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, y los portavoces en inglés y español, Thomas Rosica y Jose María Gil Tamayo, han relatado este miércoles sus impresiones personales sobre el Cónclave, que el propio Lombardi ha calificado de "un momento extremadamente emocionante", en especial el inicio en la Capilla Sixtina, ante el fresco con la entrega de las llaves de Jesús a Pedro.
Asimismo, ha comentado que "sentía las voces de los cardenales", a los que conoce personalmente en su mayoría, y que, aunque no veía la escena "escuchaba las expresiones de emoción y los juramentos de los cardenales" y ha remarcado "la conciencia de los cardenales de la tarea que viven".
Además, Lombardi ha remarcado que este evento es significativo para toda la humanidad, ejemplo de un momento de cómo una gran comunidad como la Iglesia católica vive un momento histórico, cómo se elige a un Papa frente el juicio universal "con gran responsabilidad e intensidad". "Es un momento importante para la historia de la Iglesia y la comunidad humana, que atiende puntos de referencia moral, religioso, de inspiración para el camino", ha subrayado.
Mientras, el padre Thomas Rosica ha destacado que durante la procesión no veía "sólo los cardenales, sino los países a los que pertenecen y la gente" y ha añadido que fue una gran "experiencia de la Iglesia universal".
Por su parte, el padre José María Gil Tamayo ha indicado que ha visto "los cardenales con sentido religioso, recogidos", que al inicio de la procesión "no miraban a los lados" sino con "espíritu religioso de recogimiento".
Como ejemplo, ha citado al cardenal estadounidense Timothy Dolan no se comportaba con sus gestos habituales, sino profundamente recogido. Además, ha indicado que "el tiempo no era mediático, no pensaban en los minutos de satélite", sino que "era el tiempo de Dios, con gravedad con sentido religioso".
También ha comentado que se cuidaban los detalles pequeños como, por ejemplo, cuando el cardenal James Michel Harvey verificaba si cerraba bien la puerta. Así, ha confesado que estar ahí "fue un sueño y fue realidad" y ha concluido que lo vivió "como periodista y profundamente como sacerdote".
Sobre la vida en la casa Santa Marta durante el Cónclave, Lombardi ha indicado que es un "tiempo sereno y que también hay tiempo para el descanso" porque es una experiencia "muy intensa" para los cardenales electores. Se habla en la comida y, después, se puede dialogar entre ellos, pero también reflexionan y rezan.
Por otro lado, el portavoz vaticano ha explicado que la papeleta de las votaciones mide 12x14 centímetros y que en la parte superior reza en Latín 'Elijo para Sumo Pontífice', y en la parte posterior está el espacio en blanco donde los electores escriben el nombre del cardenal elegido.