VALENCIA 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Inmigración de la Comunidad Valenciana, Rafael Blasco, anunció hoy que ya ha solicitado una entrevista con el nuevo ministro de Inmigración, Celestino Corbacho, para tratar la atención a los inmigrantes y consideró al ex titular de este departamento, Jesús Caldera, de "felizmente cesado" al no poder reunirse con él "en todo un año".
Blasco, que presentó hoy la segunda edición del 'Festival Internacional de Cine para la Integración' declaró que "ha estado un año al frente de este departamento y no ha conseguido entrevistarse con el ministro Caldera", ahora felizmente cesado en su cargo". Además, le acusó de "desinterés" al no haber encontrado "ni un minuto" para reunirse y poner en común los "problemas de la inmigración aquí y cómo podemos abordarlos".
Respecto al nombramiento del nuevo responsable de esta materia en el Gobierno Central, Celestino Corbacho, explicó que "espera que no le pase" como con el anterior al que le he mandado reiterados escritos e incluso verbales y ha pasado un año sin que haya tenido la oportunidad de poder trabajar conjuntamente".
El conseller también habló de la financiación que recibe la Comunidad por parte del Gobierno Central. "Aquí tenemos casi un millón de habitantes, fundamentalmente inmigrantes y extranjeros, que no cuentan para la financiación de los servicios básicos como la sanidad, los servicios sociales y la educación, a efectos de Madrid", dijo. En este sentido, añadió que por cada inmigrante que hay en la Comunidad, "el Gobierno de la Generalitat invierte 665 euros anuales y el Gobierno socialista de Madrid, 23".
En este sentido, declaró que confía en que en esta nueva legislatura "podamos tener un nivel de diálogo e interlocución con el que podamos abordar conjuntamente estas cuestiones" y matizó que "si tuviéramos la financiación correspondiente en sanidad, servicios sociales o educación podríamos prestar una mayor atención a actividades como la que hoy estamos atendiendo".
Según Blasco, "la atención sanitaria a los inmigrantes le cuesta a la Generalitat 824 millones de euros anuales y la educación 425 millones de euros anuales", aunque añadió que aún así "estamos atendiendo nuestras responsabilidades con ellos tengan papeles o no, pero lo importante es que esto se sepa para no romper el clima de cohesión social".