ROMA, 23 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
La tensión que se está viviendo estos días en la isla de Lampedusa (sur de Italia) como consecuencia del arribo de casi 2.000 inmigrantes subió hoy de nivel. Miles de ciudadanos invadieron esta pequeña isla para protestar contra la decisión del Gobierno, que quiere obligar a los inmigrantes a permanecer en la isla hasta que las autoridades italianas resuelvan cada caso particular.
El resultado de esta política es el hacinamiento de los inmigrantes en este pequeño territorio de apenas 20 kilómetros cuadrados, cuyo único centro de acogida temporal tiene capacidad para un máximo de 850 personas. Esto hace que, actualmente, cientos de inmigrantes están durmiendo en el exterior del centro de acogida bajo cubiertas de plástico.
Por esta razón, unos 4.000 ciudadanos según los manifestantes --2.500 según la Policía--, con el alcalde de Lampedusa, Bernardino De Rubeis, a la cabeza, se manifestaron y proclamaron una huelga general para protestar contra esta situación. Algunas decenas de extracomunitarios lograron escaparse del centro de acogida y también participaron en la protesta.
Aun con todo, el ministro de Interior, Roberto Maroni, volvió a confirmar la intención del Gobierno de mantener en Lampedusa el proceso de identificación y eventual expulsión de los inmigrantes que llegan por vía marítima.
Para la realización de este proceso, el Gobierno ha decidido instalar en Lampedusa un centro de identificación y expulsión de inmigrantes que, de hecho, ya ha empezado a funcionar, según detalló el ministro, después de mostrarse "satisfecho" por la "línea de rigor" adoptada.
Según Maroni, desde el 1 de enero ya han sido repatriadas unas 150 personas, la mayor parte, originarias de Egipto y Nigeria, mientras que de las 800 solicitudes de asilo, han sido acogidas 377.
Por su parte, el vicesecretario del principal partido de la oposición, Dario Franceschini, calificó la situación en que se halla el centro de "dramática". "Se violan los más elementales derechos del hombre", atestiguó.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) también expresó su creciente preocupación sobre las condiciones en que se encuentran los inmigrantes de Lampedusa.