SEVILLA, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El hombre de 79 años, que responde a las iniciales A.A.O, que fue detenido el pasado viernes acusado de ser el presunto autor de la muerte de su esposa, de 83, en el domicilio en el ambos vivían en la calle Madres Carmelitas de Utrera, se encuentra arrestado en los calabozos de la Guardia Civil de la localidad hispalense a la espera de pasar a disposición judicial, lo cual tendrá lugar hoy.
Fuentes de la investigación explicaron a Europa Press que el detenido pasará a disposición de la Autoridad Judicial que lleva el caso a primera hora de la mañana, y que, "debido a la gravedad de los hechos que se le imputan", se prevé que, tras prestar declaración, se ordenará su inmediato ingreso en prisión.
El suceso tuvo lugar sobre las 21.30 horas del sábado en el domicilio de la pareja, que no tiene hijos. Consuelo G.O., de 83 años, recibió 14 puñaladas en el cuello, algunas de las cuales le seccionaron la yugular y la tráquea".
Fuentes municipales apuntaron que sobre las 22.05 horas el hombre llamó a sus tres sobrinos y les dijo que había matado a su mujer. Los sobrinos se personaron en el domicilio y alertaron a los vecinos, los cuales a su vez fueron los que llamaron a la Policía Local, el primer cuerpo de seguridad que se personó en el lugar de los hechos.
Por su parte, el Ayuntamiento de Utrera (Sevilla) ha convocado hoy una concentración de cinco minutos ante las puertas del Ayuntamiento en repulsa por la muerte de su vecina.
Según informaron a Europa Press fuentes municipales, hasta hoy no se determinará cuándo se llevará a cabo dicho paro, si por la mañana o por la tarde, de forma que, según refirieron las fuentes, deberán reunirse previamente los portavoces de los distintos partidos políticos para determinar diversos aspectos de la concentración.
Asimismo, dichas fuentes indicaron que la víctima "podría ser enterrada o incinerada mañana" después de que haya concluido la autopsia del Instituto Anatómico Forense. Las fuentes indicaron que los familiares de esta mujer están a la espera de recibir autorización para poder incinerar su cuerpo, un permiso necesario debido a las circunstancias de la muerte.
