Ernest Maragall pide prudencia con el informe Pisa y defiende el sistema educativo catalán

BARCELONA 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Educación de la Generalitat, Ernest Maragall, pidió hoy "prudencia" y "precaución" al analizar los datos del informe Pisa, que evalúa al alumnado de 15 años de 57 países y sitúa a Catalunya por debajo de la media. El conseller defendió en rueda de prensa el sistema educativo catalán y a los profesores, y dio un mensaje de "estímulo" y "autoexigencia" para mejorar los resultados.

Maragall mostró su "satisfacción" por que Catalunya forme parte de este ranking y subrayó que, además de este informe, que no da "conclusiones" ni "indicaciones", la Administración también tendrá en cuenta otros que analizan "en profundidad" el estado de la educación en Catalunya.

Para él, estadísticas de este tipo ayudan a "dibujar el camino" a seguir en el mundo de la educación, pero apostó por compararse con uno mismo. En su opinión, expresiones que dicen que Catalunya es "la última" o que está "a la cola", en comparación con otras comunidades, es descontextualizada y no analiza todos los aspectos a tener en cuenta. A modo de ejemplo, dijo que alguna de las comunidades tienen menos habitantes que la zona del Vallès.

Por todo ello, apostó por trabajar en una mayor "equidad y excelencia", teniendo en cuenta el informe Pisa, pero con "prudencia". Del mismo modo se pronunció el presidente del Consejo Superior de Evaluación, Joaquim Prats, que pidió "desdramatizar" los datos sobre si educación "aprueba o suspende" en uno u otro país. Prats remarcó que las pruebas a las que someten a los alumnos no son curriculares, sino que desde el punto de vista estadístico indican que hay aspectos inferiores a la media.

UNA POSICIÓN INTERMEDIA BAJA.

En esta misma línea, subrayó que "no hay resultados significativamente más bajos" en Catalunya en comparación con el resto, y explicó que, si se tratase a Catalunya como a un país más, estaría en la posición 20 de los 30 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a lo que dijo: "No es bueno, pero tampoco es malo". Argumentó que se trata de una posición "intermedia baja", lo mismo que en comparación con los países de la UE.

Por todo ello Prats abogó por hacer una "comparación orientativa", pero "no de tendencia fidedigna". El informe se dividió en tres partes y evaluó ciencias de la naturaleza (un 70% de las preguntas), comprensión lectora (15%) y matemáticas (15%), pero hay materias científicas que en algunos países se estudian en el equivalente a cuarto o a tercero de ESO, por lo que, para Prats, "hay una distorsión" del informe Pisa.

Prats remarcó que Catalunya está en un puesto que hace 20 años hubiera sido "un sueño" porque está comparada con países como Francia, Bélgica y Dinamarca en materia educativa. Señaló que la clasificación es "mejorable", pero no quiso dar una visión "catastrofista" ni de "descalificación" del sistema.

La muestra de Catalunya recoge las pruebas de 1.527 alumnos, el 91% de ellos nacidos en España, de un total de 51 centros escogidos de manera aleatoria. El 73% de alumnos estaban matriculados en cuarto de ESO, el 23% en tercero y el 3% en segundo.

Los resultados por países se presentan en una escala de puntuación que tiene una media de 500 puntos entre todos los países de la OCDE y una desviación típica de 100. Prats destacó que la puntuación de 500 es una media teórica que no debe confundirse con el concepto de aprobados o suspendidos. Catalunya tiene 491 puntos, algo por encima de la media española, que es de 488 puntos.

Por encima de Catalunya están Polonia, Dinamarca, Francia, Croacia e Islandia, que tampoco alcanzan el límite de 500, y los mejores puestos de la lista son Finlandia, China, Canadá, Estonia, Japón, Nueva Zelanda, Australia u Holanda, con entre 525 y 563 puntos.

De las diez comunidades autónomas españolas que participan en el estudio, las perores son el País Vasco, Catalunya y Andalucía, pero Maragall y Prats destacaron que el resto realizó una ampliación de la muestra. Según Maragall, no existe una relación directa entre la inversión en educación y los resultados académicos del alumnado.

Para los responsables de Educación, el informe Pisa sería erróneo valorar el sistema educativo catalán sólo con el informe Pisa porque no evalúa la mayor parte de los conocimientos que se enseñan en escuelas e institutos.