MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Hubo un tiempo en que todos fuimos Rosa. Rosa no necesitaba apellidos, era simplemente Rosa, Rosa de España. Rosa era la voz de un país y todos estábamos aupándola a hombros cuando salió al escenario de Eurovisión, armada con un micrófono, para cantar 'Europe's living a celebration'. Europa estaba viviendo una celebración que llevábamos meses viviendo en España: la celebración de oírla cantar.
Es uno de los #RecuerdosEnAltaDefinición que recuperan los televisores SUHD Samsung, dentro de su campaña 'El poder de la televisión', ligada a la revolucionaria gama de televisores SUHD 2016 y la tecnología Quantum Dot. La televisión tiene un papel clave en nuestras vidas y en torno a ella compartimos, en familia y en sociedad, momentos claves de nuestra historia.
Esta campaña de Samsung vuelve a emociones como el 'Europe's living a celebration' de Rosa para preguntar sobre ellas a sus protagonistas. En otros vídeos repasan otros instantes de la memoria colectiva de España como la muerte de Chanquete en Verano Azul, el impacto de El Día Después de Canal + en el mundo del fútbol o el inolvidable gol de Iniesta en el Mundial de 2010, entre otros.
El Eurovisión de Rosa nunca se nos olvidará porque, por primera vez en nuestra historia, todos los españoles nos presentábamos al festival. Todos pudimos participar en el proceso de selección de la cantante que nos representaría y de la canción que interpretaría. El largo y maravilloso camino hacia Eurovisión se llamó Operación Triunfo, un concurso televisivo pionero que se convirtió en todo un fenómeno sociológico en nuestro país.
UNIDOS POR LA TELEVISIÓN
Pronto toda España hablaría de artistas como la propia Rosa, David Bisbal, David Bustamante, Nuria Fergó, Chenoa o Manu Tenorio: todos los días a todas horas y en todos los rincones de nuestra geografía. La televisión les unió, la televisión les elevó a la fama, la televisión les cambió la vida y gracias a la televisión descubrimos y disfrutamos de su talento.
Pero Operación Triunfo fue mucho más que un concurso musical. Fue también un reality show, quizá el más exitoso de la televisión española. A través de la pantalla los españoles no solo les oíamos cantar y les veíamos bailar, sino que nos adentrábamos en sus vidas: nos contaban sus orígenes, sus sentimientos y sus inquietudes. El elenco de artistas se convirtió enseguida en un grupo de amigos, un grupo de jóvenes amigos (entre 18 y 28 años) en el que los españoles nos mirábamos y nos reflejábamos.
Rosa fue una entre 5.000. La mejor entre las 5.000 personas que se presentaron inicialmente a OT1. Tras una serie de 9 convocatorias, escogieron a 96 candidatos. Al programa solo llegaron 16. Rosa se impuso a todos de forma incontestable. Detrás del 'huracán Rosa' latía el mismo corazón de la niña que un día, con 4 años, sorprendió a su madre cantando una ranchera.
No fue una sorpresa que Rosa ganara en la gala final. De las 12 galas en que se pudo votar al artista favorito, en 9 de ellas Rosa fue elegida favorita. Solo en tres de ellas consiguió arrebatarle ese lugar de preeminencia David Bisbal. El chorro de voz de la granadina de 20 años (había nacido el 14 de enero de 1981 en la localidad de Peñuelas) encandiló a los espectadores, que nos dejábamos regalar los oídos con su potencia y sus melodías.
Votación tras votación, Rosa se imponía a sus rivales, todos grandes artistas, algunos de los cuales han cosechado un gran éxito más allá de Operación Triunfo. El debate sobre quién actuaba mejor se extendía a los hogares, a las peluquerías, a los mercados, a los colegios, a las universidades, a las oficinas, a las reuniones de amigos... El concurso de Operación Triunfo era el debate nacional.
CINCO MESES DE PASIÓN
Fueron 5 meses de pasión, desde el 22 de octubre de 2001 (gala 0) hasta el 11 de febrero de 2002 (gala final). Una pasión que fue creciendo como un río, conquistando a las masas: de los 2.734.000 espectadores (22,1% de share) de la gala 0 a los 12.873.000 (68%) de la gala final. El minuto de oro televisivo de esta última gala lo protagonizó la sexta finalista, Verónica Romero, con la friolera de 15.436.000 espectadores (73,4%).
Así que cuando Rosa saltó al escenario del complejo Saku Surhall de Tallin (Estonia) era ya una más de la familia, el ojito derecho de todos los españoles, que queríamos verla triunfar hasta sus últimas consecuencias. Le arropaban, haciendo los coros, cinco amigos de la máxima solvencia: Bisbal, Chenoa, Bustamante, Gisela y Geno. Toda España cantó con ellos 'Europe's living a celebration'. Nunca antes habíamos sentido una canción de Eurovisión tan 'nuestra'.
La magnífica actuación valió a España el séptimo puesto, un puesto digno, aunque inferior al que aspirábamos. Aún así fue un momento de gloria para Rosa, el momento de su vida en que más gente la escuchó cantar al mismo tiempo: fuimos 13.203.000 (88,5% de share) los que estuvimos pegados a la televisión en España mientras actuaba, entre las 21:25 y las 21:29 horas del sábado 25 de mayo de 2002. España fue, junto con Malta y Suecia, el país que más siguió esta gala. En el conjunto del mundo la audiencia del festival ascendió a 166 millones de espectadores.
El triunfo de Rosa no terminó con Eurovisión, sino que se prolonga sin límites. Desde entonces ha sacado siete discos y actuado en otras tantas giras, y cosecha siete discos de platino y cuatro discos de oro en ventas de álbumes. Actualmente está participando en el programa Tu Cara me Suena, que puedes seguir estos días en Antena 3 Televisión.
"Operación Triunfo significó el inicio de un despertar en mi vida", declaró Rosa acerca de su rápido paso de Peñuelas al estrellato mundial. Todo un fenómeno del que nosotros hemos sido testigos e impulsores a través de la televisión.
