Expertos creen un "error" la difusión de las imágenes de la agresión de Barcelona y les preocupa que nadie hiciera nada

Actualizado: jueves, 25 octubre 2007 18:10

VALENCIA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

La fiscal de Menores del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), Teresa Gisbert, y el director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, José Sanmartín, consideraron hoy un "error" la difusión de las imágenes de la agresión a una menor ecuatoriana en un tren de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) en Barcelona, al tiempo que mostraron su preocupación porque nadie en el convoy hiciera nada por ayudar a la víctima.

Ambos expertos se pronunciaron en este sentido en declaraciones a los medios durante las jornadas 'Menores y situaciones de riesgo, desamparo, violencia y adicciones' que se celebran desde ayer y hasta mañana, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Valencia.

Para Teresa Gisbert, se trata de una agresión "muy grave" que, a su juicio, constituye un "delito contra la integridad moral" porque "junto a una lesión por golpear con ánimo de herir sin más, hay un ánimo de menoscabar la personalidad de esa niña porque es de otra raza", señaló. No obstante, recordó que esto está todavía por valorar jurídicamente.

Además, lamentó que haber sacado "tanto en televisión" las imágenes de los sucedido "ha magnificado" los hechos de modo que el agresor "estará encantado de ser el rey en este momento y de que su actitud haya tenido tanta fama". En este sentido, señaló que "habría que haber evitado sacar estas imágenes" pero ya que se ha hecho, confió en que "cuando llegue el castigo" para el joven, algo que "merece", apuntó, "se le dé la misma publicidad que se le ha dado ahora".

La fiscal coordinadora de la sección de Menores del TSJCV subrayó que "este joven no representa cómo es la juventud actual, aunque hay de todo", matizó. Así, resaltó que le "preocupan" también "los otros jóvenes que estaban sentados allí", en el mismo vagón y presenciaron lo ocurrido, pero "no hicieron nada". Gisbert quiso pensar que esta actitud responde a que tuvieron "miedo" y a que imaginaron que "si hablaban, ellos también serían víctimas" y apuntó que es algo que "hay que trabajar".

"convertir en héroe"

En la misma línea, José Sanmartín calificó de "horrible" lo ocurrido porque se basó en creencias "racistas y xenófobas" que "minusvaloran a quien no es de la propia etnia o grupo racial", porque "nadie reaccionó en el tren" y porque los medios de comunicación "conviertan en héroe a quien simplemente es un mangante". Como consecuencia, llamó a hacer "un examen de conciencia acerca de cómo se tratan los temas de violencia en la sociedad".

Así, valoró la influencia de la presión mediática para lograr que el agresor pueda ir a prisión, pero apuntó que "lo mismo se hubiera podido conseguir desde el primer momento sin dar una sola imagen del personaje en cuestión y desde luego, sin ponerle el altavoz delante ni pagarle para que hablara".

Aseguró que la Fiscalía "no supo reaccionar en el momento oportuno" al dejar al agresor en libertad en un principio y que fueron los medios de comunicación los que presionaron "pero podrían haberlo hecho de otra manera, sin convertir en héroe a quien es un agresor. Ése es un problema gravísimo porque al final induce también al mimetismo", advirtió.

Según el director del Centro Reina Sofía, "los medios tienen la obligación de informar y, por lo general, la información es buena pero en algunas ocasiones como en el caso de este xenófobo, no lo es". No obstante, dio la "bienvenida" a la información y animó a "seguir denunciando a través de los medios de comunicación", que "muchas veces son los que cambian el carácter de algunas prácticas que han sido tenidas por habituales y que se convierten en lo que realmente son: delitos o faltas".

Por ello, Sanmartín incidió en la necesidad de "tener cuidado" para "no informar de manera tal que se induzca a mimetismo" y "no profundizar demasiado en el 'modus operandi' de las agresiones para no dar ideas". Tampoco se debe informar de forma que se pueda "insensibilizar ante la violencia o sesgar la percepción del mundo del espectador, que puede interpretar que el mundo es más violento de lo que realmente es", alertó.

"LA OBLIGACIÓN DE REACCIONAR".

En cuanto al resto de ocupantes del convoy que vieron cómo el joven pegaba e insultaba a la menor, Sanmartín señaló que "uno sólo corre riesgo, pero entre varios podrían haber puesto orden" y, sin embargo, "no hubo ningún tipo de reacción", criticó. A su entender, "la sociedad tiene la obligación de reaccionar" frente a la violencia.

A pesar de "terribles" y "lamentables" sucesos de "carácter aislado", como el del joven de Benicull del Xúquer (Valencia) que falleció tras recibir un golpe al intentar mediar en una pelea entre una pareja que discutía, aseguró que la única forma de librarse de "lo que corroe las entrañas" es "con una reacción del cuerpo global de la sociedad".

Para Sanmartín, "hay que reaccionar como sociedad", la cual, a principios del siglo XXI, tiene la obligación de reaccionar con todos sus medios y todas sus fuerzas contra la violencia, que es el gran problema de nuestro tiempo", sentenció.