Fiscal mantiene su petición de 20 años de prisión para el acusado de intentar matar a su ex pareja en Granada

Actualizado: viernes, 26 junio 2009 17:47

GRANADA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Granada mantuvo hoy su petición de 20 años de prisión para el hombre acusado de intentar matar a martillazos a su ex pareja en Fuente Vaqueros (Granada), después de discutir con ella cuando se la encontró a la salida de la guardería a la que la mujer había llevado el hijo de ambos.

En la segunda y última sesión del juicio, que hoy ha quedado visto para sentencia en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, la acusación particular no modificó tampoco su solicitud inicial de 31 años de cárcel para el inculpado, para el que la defensa pide seis meses por un delito de lesiones, con la atenuante de arrepentimiento, confesión y adicción a las drogas y al alcohol.

El fiscal consideró que la víctima, de 29 años, no ha sufrido sólo el episodio del pasado 1 de octubre de 2007, sino que ha sido sometida por el procesado a diferentes agresiones físicas a lo largo de toda la relación, por lo que considera a su ex pareja presunto autor de un delito de violencia física psíquica habitual, otro de asesinato en grado de tentativa y cuatro delitos más de lesiones, por los que solicita, además de la pena de cárcel, que el acusado no se aproxime a la mujer por un periodo de 33 años y 15 años de privación de tenencia y porte de armas.

Para el Ministerio Público, son tres las circunstancias que han permitido dilucidar en el acto del juicio oral que el hombre quería acabar con la vida de su ex pareja: El uso del arma, y además una contundente, un martillo de encofrador; el golpe, que le afectó a zonas vitales, como la cabeza; y el ánimo del procesado, que ha reconocido los hechos y que, después de cometerlos, se dirigió a un bar donde pidió al camarero que quería entregarse a la Guardia Civil "porque se había cargado a su mujer". Además, existió alevosía en la comisión del delito, puesto que la agresión fue "imprevisible", su víctima "no tenía posibilidad de defensa", y no había riesgo para el atacante.

En la sesión de hoy declararon los guardia civiles que prestaron una primera asistencia a la mujer, a la que encontraron tumbada junto a su vehículo, y, "balbuceando" por los golpes que había recibido en la cabeza, dijo que el autor de la agresión había sido su ex pareja. También testificaron los agentes que detuvieron al autor de la agresión en un bar de Casas Nuevas, después de que el camarero llamara a la Guardia Civil diciendo que en el local había un hombre que refería haber matado a su mujer. En el establecimiento lo encontraron "normal", sin signos aparentes de haber bebido o haber estado drogado, según afirmaron los testigos, que indicaron además que el hombre decía "Soy un mierda. He matado a mi mujer y eso no se hace".

También, y ante la ausencia del camarero, hoy se leyó en la sala su declaración prestada en su día ante la Guardia Civil, en la que aseguró que fue el acusado el que le pidió el "favor" de que llamara por teléfono, "porque quería entregarse", por haber matado a su mujer.

LESIONES GRAVES Y DEPRESIÓN

Los forenses que atendieron a la víctima señalaron por su parte que la mujer sufrió lesiones extremadamente graves y trastorno depresivo. De hecho, padece un hundimiento del hueso occipital, y está pendiente de ser intervenida para craneoplastia, puesto que actualmente padece pérdida de hueso en el cráneo, que le provoca mareos y pérdida de visión.

Según el relato fiscal, después de varios episodios de violencia, una vez rota la relación, el 1 de octubre de 2007, en torno a las 8,00 horas, la mujer dejó a su hijo en una guardería de Fuente Vaqueros, coincidiendo allí con su ex pareja, que le dijo "ahora hablaremos" después de que ella le preguntara el motivo de encontrarse allí.

A continuación la mujer se subió en el vehículo propiedad de su padre, pero perseguida en otro automóvil por el inculpado, que, como iba a gran velocidad, acabó embistiéndola en la parte trasera del coche. En ese momento ella se bajó del mismo y le recriminó lo sucedido y, tras decirle al hombre que arreglarían el siniestro con un parte amistoso, éste contestó "esto lo vamos a arreglar, pero ya".

Así, en el momento en que la mujer iba a por la documentación al turismo, el procesado sacó del interior del suyo un martillo encofrador, empujó a su ex pareja al interior y le propinó un primer fuerte martillazo en la parte posterior de la cabeza, al que le siguió un segundo en el mismo sitio, golpe que le hizo caer al suelo, y un tercero que le impactó en la mano derecha. El hombre la dejó entonces allí tendida con el convencimiento de que la había matado, según el fiscal.

El acusado reconoció ayer ante el tribunal la agresión y dijo que la golpeó porque "estaba muy nervioso" y explicó que "todo ocurrió en cuestión de segundos" y que tras agredirla con el martillo y verla en el suelo se "fue asustado" en su vehículo, siendo en ese momento cuando comenzó a pesar "en lo peor", en relación a que pudiera estar muerta.