La Guardia Civil desmantela una red de tráfico de seres humanos y libera en Archena (Murcia) a un menor secuestrado

Actualizado: viernes, 19 enero 2007 20:20


MURCIA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Guardia Civil de Almería y Murcia llevó ayer a cabo una operación policial denominada 'Ojuelos', en la localidad de Archena, que se saldó con la liberación de un menor magrebí de 14 años que había sido secuestrado en Almería y trasladado hasta esta localidad murciana donde, oculto en un anexo a un locutorio telefónico, esperaba a ser liberado, una vez que su familiares pagaran el rescate exigido por sus secuestradores.

Los hechos se iniciaron el pasado lunes, cuando un menor magrebí de 14 años de edad, que se encontraba internado en un centro de acogida de la provincia de Almería, fue abordado por dos desconocidos que lo introdujeron por la fuerza en una furgoneta, procediendo a su traslado hasta la localidad murciana de Archena, según informaron fuentes del Instituto Armado.

Una vez oculto en un anexo del locutorio telefónico propiedad de uno de los detenidos, los captores se pusieron en contacto con los únicos familiares del menor inmigrante en España, exigiendo como rescate unos pocos miles de euros.

Así, una vez alertada la Guardia Civil, se inició un amplio dispositivo policial, consiguiendo situar el lugar donde ocultaban al menor, horas después del secuestro.

De esta forma, una vez planeada la intervención policial, se ejecutó conjuntamente por agentes especializados de la Guardia Civil de Almería y Murcia, con el apoyo de la Policía Local de Archena.

La intervención policial se materializó con la entrada en un locutorio de esta localidad de forma rápida y logrando en escasos 5 minutos la liberación del niño, la detención 'in situ' de todos los integrantes de la banda e incautación del vehículo con el que pretendían trasladar al chico y entregarlo a cambio del rescate exigido.

Este tipo de secuestros, cuyo 'modus operandi', ha sido "importado" de Sudamérica y el norte de África y se caracteriza por la elección de una víctima propicia, en este caso un niño desvalido internado en un centro de acogida, exigiendo por su liberación a los familiares cantidades que no parecen muy elevadas desde el punto de vista occidental, pero que suponen un tremendo esfuerzo de recaudación para sus familiares.

El objetivo de este tipo de secuestradores es disponer de infraestructura suficiente como vehículos, "zulos" como el que se ha descubierto en este locutorio, y sobre todo rapidez para evitar la acción policial e incluso la propia denuncia de los perjudicados, que suelen ser inmigrantes en situación irregular a los que amenazan y atemorizan para evitar el contacto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Este modo de actuación les permite actuar de forma clandestina y estructurar una auténtica red de tráfico de seres humanos, localizando y secuestrando a inmigrantes, preferentemente menores, a los que se les añade a su desgarradora experiencia personal, el sufrimiento de un secuestro y la exigencia del pago de un rescate a unos familiares que no disponen de unos pocos miles de euros para recuperar a su ser querido.