La Iglesia católica invita a los musulmanes a edificar juntos "la cultura de la paz"

ROMA 28 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano envió hoy un mensaje de felicitación a los musulmanes con ocasión del final Ramadán en el que invitó a los fieles de esta religión a edificar juntos "una cultura de la paz y de la solidaridad entre los hombres".

La misiva, que estaba firmada por el presidente de esta institución vaticana, el cardenal Jean-Louis Tauran, y su secretario, el arzobispo Pier Luigi Celata, fue divulgada por la sala de prensa del Vaticano a través de un comunicado.

Entre otras cosas, emplaza tanto a los cristianos como a los musulmanes a dar un buen "testimonio" de su fe a través del rechazo a la "violencia". "Como personas religiosas, sobre todo se espera de todos nosotros que seamos educadores a favor de la paz, de los derechos del hombre y de una libertad respetuosa de cada uno", especifica.

En este sentido, "nadie puede ser excluido de una comunidad nacional por motivos de raza, religión o ninguna otra característica personal", subraya el organismo vaticano, destacando el deber que tienen ambas religiones de respetar "tanto las convicciones personales y comunitarias de cada uno como la libertad de la práctica religiosa".

"La libertad de religión, que no se reduce a mera libertad de culto, es, de hecho, uno de los aspectos esenciales de la libertad de conciencia propia de cada persona y piedra angular de los derechos humanos", señala el documento.

NO AL TERRORISMO

"Sólo tomando en consideración esta exigencia, podrá ser edificada una cultura de la paz y de la solidaridad entre los hombres y todos podrán empeñarse más decididamente en la construcción de una sociedad cada vez más fraterna, haciendo todo lo posible por rechazar cualquier forma de violencia", que "no puede tener nunca motivaciones religiosas" al "ofender la imagen de Dios en el hombre", añade el mensaje.

El Consejo Pontificio que se encarga de las relaciones con los musulmanes especificó la maldad implícita en los actos de terrorismo, "que golpea ciegamente, generando numerosas víctimas, sobre todo entre los inocentes" y "pone en movimiento el engranaje mortal del odio destructor".

Por último, insiste en la necesidad de desarrollar e intensificar "cada vez más" el diálogo recíproco, así como las relaciones "amigables y constructivas" con las que ambas comunidades están llamadas a compartir sus "riquezas específicas".

Dicho diálogo impedirá que "se formen bloques culturales o religiosos contrarios entre sí" entre las "jóvenes generaciones" y se convertirá en el instrumento con el que "salir de la interminable espiral de conflictos y de las múltiples tensiones que atraviesan nuestras sociedades", concluye el mensaje.