BARCELONA 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Iglesia celebrará mañana 1 de julio una jornada de responsabilidad en el tráfico, ya que consideran que "la fe tiene que influir en toda la vida del cristiano y también en la manera de conducir". "En las escuelas de conducción no es necesario hacer catequesis, pero ciertamente la fe influye en la conducción", afirman en un comunicado.
Así, el texto considera que "conducir es asumir la conservación de la vida", un don de Dios y, por tanto, "entra en el proyecto de Dios".
La Iglesia consideró "un drama que cada puente festivo las estadísticas confirmen la previsión de accidentes mortales o muy graves". "La carretera se convierte con demasiada frecuencia en tanatorio", lamentó el comunicado.
En el comunicado, la Iglesia establece también que "conducir sin la concentración necesaria puede ser un pecado contra el quinto mandamiento", que ordena no matar.
En este sentido, el Vaticano lanzó esta semana un decálogo para los conductores. El primero de los puntos, "no matarás", se completa con otros como: "La carretera debe ser un instrumento de comunión entre personas y no de daño mortal", "Cortesía, corrección y prudencia te ayudarán a superar los imprevistos" y "sé caritativo y ayuda al que lo necesita, especialmente si es víctima de un accidente".
Otros puntos de esta lista afirman que "el automóvil no debe ser una expresión de poder y dominación" y pide al conductor: "Convence caritativamente a los jóvenes y no tan jóvenes para que no se pongan al volante cuando no estén en condiciones de hacerlo". Asimismo, anima a reunir "en el momento oportuno al conductor culpable con su víctima para que puedan vivir la experiencia liberadora del perdón".