La Iglesia opina que la cárcel "por sí misma no rehabilita" a los violadores

Actualizado: sábado, 29 septiembre 2007 14:51


MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el padre José Sesma, quien durante 26 años realizó labores de capellán en distintos centros penitenciarios, aseguró hoy que el caso del violador de Vall d'Hebron demuestra que la cárcel "no rehabilita a nadie por sí misma".

En declaraciones a Europa Press, el ex capellán explicó que la rehabilitación no depende de "una mayor o menor estancia en la cárcel" sino en la "aplicación del tratamiento adecuado a cada persona penada conforme a su delito". Asimismo, señaló que la aplicación o no de un tratamiento "científicamente demostrado eficaz y acorde con la dignidad de toda persona no puede depender de la aceptación o no del violador".

"Su aplicación termina beneficiando al mismo violador, ya que se trata de un enfermo que precisa tratamiento y curación, y a la sociedad, que no vivirá amenazada por la posible reincidencia del violador", afirmó el sacerdote mercedario.

MASIFICACIÓN Y REINCIDENCIA.

Con respecto a los mayores inconvenientes que presenta el sistema penitenciario español, el ex capellán aseguró que los presos siguen estando "masificados", ya que según recordó, la población penitenciaria alcanza en la actualidad los 66.409 presos y se calcula que crece un promedio mínimo en 200 personas al mes.

Además, indicó que el 25 por ciento de la población penitenciaria padece trastornos mentales, que el 30 por ciento no dispone de dos euros en todo un trimestre para sus propios gastos y que la reincidencia es "muy alta", ya que supera al 50 por ciento.

Por otra parte, el responsable de Pastoral Penitenciaria de la Iglesia española indicó que en la actualidad, más de 2.180 católicos asisten a los presos en la cárceles: 254 son capellanes y 2.026, voluntarios.

PROMOVER LA HUMANIZACIÓN.

Además, cerca de 712 instituciones y otros 170 centros de acogida conforman el aporte de la Iglesia a los Centros Penitenciarios, que suman los 79 en toda España. Asimismo, en las 70 diócesis, a través de las respectivas delegaciones de Pastoral Penitenciaria, los feligreses prestan distintos apoyos a los reclusos.

Según recordó el sacerdote, la misión de la Iglesia en estos centros es promover desde el Evangelio "la humanización", al tiempo que mantener "viva o despierta" la esperanza en muchos hombres y mujeres que viven en las cárceles "sin garantía de un futuro digno cuando recuperen la libertad".

También hace posible el "ejercicio efectivo" del derecho fundamental a la libertad religiosa, mediante "la atención personalizada" y promueve "la reconciliación de cada persona consigo misma, con el prójimo y con Dios".