MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Los sistemas de comercio de emisiones (SCE) o el impuesto al carbono afectó al 27% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 79 países en 2023, casi el doble que en 2018, cuando el porcentaje fue del 15%. Si se incluyen las tasas especiales sobre los combustibles, la cobertura en 2023 asciende al 44% de las emisiones de las naciones estudiadas, once puntos más que cinco años antes.
Esta es una de las conclusiones a las que llega la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el informe 'Tasas efectivas de carbono 2025: Tendencias recientes en impuestos sobre el uso de energía y fijación de precios del carbono' que publica este jueves, mientras se celebra la Cumbre del Clima en Belém (Brasil).
En el texto, el organismo habla sobre cómo los instrumentos de fijación de precios del carbono --y, en especial, los SCE-- se están adoptando en varios países y que, además, su alcance sectorial está tendiendo a ampliarse. Por otro lado, pone el foco en cómo los SCE "son cada vez más diversos y flexibles", lo que a su juicio sugiere esfuerzos por equilibrar los objetivos en lo que se refiere al cambio climático, la asequibilidad, la competitividad, el crecimiento y la seguridad energética.
Para llegar a estos resultados, la OCDE ha analizado las señales de precios de los SCE, los impuestos al carbono y los impuestos especiales sobre los combustibles hasta 2023 en 79 naciones que representan casi el 82% de las emisiones mundiales. Además, presenta una serie de actualizaciones seleccionadas hasta 2025 y pone un enfoque particular en los SCE.
A juicio del organismo, las decisiones de diseño de los SCE reflejan un mayor interés en la flexibilidad y en la limitación de los costes de cumplimiento para las empresas. En este marco, observa una tendencia hacia el abandono de los sistemas que establecen objetivos para las emisiones de carbono (por ejemplo, el sistema de límites máximos de emisiones y comercio de derechos de emisión) en favor de sistemas basados en la intensidad, donde los objetivos dependen de la intensidad de carbono de la producción.
"En 2018, solo dos de cada 20 sistemas de comercio de derechos de emisión se basaban en la intensidad; para 2023, 12 de 34 lo hacían, y estos representan actualmente el 70% de las emisiones cubiertas por estos sistemas", ha destacado.
La investigación explica que en la actualidad más de 50 países cuentan con impuestos al carbono y sistemas de comercio de emisiones. De hecho, desde 2023 se han introducido o se están considerando instrumentos de fijación de precios del carbono en una docena de países de Asia, Europa, América Latina y el Caribe.
En total, los 79 países evaluados en la investigación emitieron 41.700 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2) en 2023. De ellas, el 44% estuvieron sujetas a un impuesto de emisiones positivo, es decir, una tasa especial sobre los combustibles, un precio del carbono derivado de un SCE, un impuesto sobre el carbono o una combinación de estos. De acuerdo con los resultados, los impuestos especiales sobre los carburantes siguen siendo el instrumento de control de emisiones más utilizado y ya cubren el 24% de las emisiones.
Frente a ellos, las tasas sobre el carbono afectan al 5% y los SCE, al 22%. Los impuestos sobre el carbono y los SCE rara vez se superponen excepto en el caso de que las tasas sobre el carbono se introduzcan como mecanismos de apoyo a los precios de los SCE. Sin embargo, existe una superposición "significativa" y "por diseño" entre los impuestos sobre el carbono y aquellos especiales sobre los combustibles dado que la mayoría de tasas sobre el carbono se basan en los combustibles. Por su parte, los SCE y los impuestos especiales sobre los combustibles apenas se superponen.
LA FIJACIÓN DE PRECIOS DEL CARBONO, IMPULSADA POR LOS SCE
La OCDE explica que la evolución de la fijación de precios del carbono está impulsada sobre todo por los SCE. En este sentido, apunta a que la cobertura de los impuestos sobre el carbono apenas varió entre 2018 y 2023 --cuando se mantuvo en torno al 5%-- mientras que la de los SCE se incrementó a más del doble --es decir, que pasó del 10 al 22%.
A efectos prácticos, los tipos impositivos medios sobre el carbono pasaron de 14 a 15 euros por tonelada de CO2e entre ambos años. En paralelo, los precios medios de los permisos de los SCE pasaron de 13 a 20 euros por tonelada de CO2e. Según el organismo, los elevados impuestos especiales sobre los combustibles diésel y gasolina hacen que el sector del transporte por carretera afronte las tasas efectivas de carbono más altas. De media, se sitúan en unos 96 euros por tonelada de CO2.
En líneas generales, la investigación señala que las tasas sobre el carbono suelen cubrir las emisiones de los sectores de la construcción y el transporte (respectivamente, el 11 y el 13% de las emisiones de CO2 de cada sector en 2023). En comparación, el SCE cubre las emisiones de la electricidad y la industria (en concreto, el 58,5% y el 15% de sus emisiones de CO2 derivadas del consumo de energía en 2023) y, en 2023, el 8% de las de la construcción y el 7% de las del transportes.
Tal y como detalla el estudio, la disponibilidad de derechos de emisión gratuitos reduce el precio medio pagado por cada tonelada de CO2e de emisiones en comparación con la señal de precio marginal, es decir, el coste de adquirir un derecho de emisión adicional. Por esta parte, las cuotas de derechos de emisión gratuitos en los SCE oscilan entre el 0 y el 100% y afectan en particular a la electricidad y la industria.
En estos sector, las señales de precio marginal de las emisiones sujetas a precios del SCE son de alrededor de 14 y 37 euros por tonelada de CO2 respectivamente. Frente a esto, las señales de precio medio del SCE tras tener en cuenta los derechos de emisión gratuitos son de aproximadamente 1,26 y 5,2 euros por tonelada de CO2e.
EL SCE CHINO SE HA EXPANDIDO AL ALUMINIO, CEMENTO Y ACERO
Por último, el organismo ha destacado la expansión en los últimos dos años del SCE chino a los sectores del aluminio, el cemento y el acero. Según las estimaciones recogidas por el informe, esto incrementó la cobertura de las emisiones mediante instrumentos de fijación de precios del carbono en siete puntos porcentuales durante el último año hasta alcanzar alrededor del 34% del total. Por lo tanto, superaría la cobertura de los impuestos especiales sobre los combustibles en los 79 países analizados.
Además, la OCDE pone el foco en cómo la fijación de precios del carbono se está considerando en un número creciente de países, incluidas grandes economías emergentes. En especial, destaca el impulso a la introducción de nuevos SCE y la expansión de los existentes con una variedad de opciones de diseño en cuanto a límites máximos, métodos de asignación de derechos de emisión gratuitos y posibilidades de cumplimiento (incluido el uso de créditos de carbono).